Al estallar la Revolución del 24 de Abril, Caamaño encabezó el movimiento creado por el Coronel Fernández Domínguez, quien se encontraba en
Puerto Rico con impedimento de entrada al país; inspirado en devolver a la nación el orden constitucional violado en
1963, primero frente a los militares golpistas y luego frente a la invasión norteamericana, convirtiéndose en el líder indiscutible de la
guerra de Abril.
El Congreso Nacional elegido el
20 de diciembre de
1962, considerando una propuesta de
Juan Bosch, lo eligió Presidente Constitucional de la República, con 49 votos a favor, 7 en contra y 2 nulos, tomando posesión de la presidencia el día 4 de mayo, tenía 32 años de edad; Caamaño ocupó la posición de Presidente Constitucional hasta el 3 de septiembre de 1965. Durante el Gobierno del Coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó, se emitieron 4 gacetas oficiales, con 62 Decretos y 14 leyes. Entre ellas la nº11 que convierte la antigua fortaleza Ozama en lugar público con el nombre de Plaza de la Constitución, y la nº14 que denomina, Avenida “24 de Abril” a la Avenida “
George Washington”, contenidas dentro de la Gaceta Oficial nº4.
Durante su Gobierno recibe cartas y comunicaciones internacionales de felicitación y reconocimiento como Presidente de la República Dominicana y por su actitud ante la intervención militar de Estados Unidos, donde demostró ser un hombre de valor, heroísmo, patriotismo, principios inquebrantables, y decidido a defender su Patria por encima de todo.
Luego de las negociaciones del cese al fuego, Caamaño deja el poder en manos de Héctor García Godoy, quien prepararía la transición a la democracia. En 1966 el doctor Joaquín Balaguer gana las elecciones generales.
No obstante, luego de establecido el gobierno provisional presidido por García Godoy, un sorpresivo y masivo ataque fue realizado por las Fuerzas Armadas con la intención de asesinar a Caamaño y la principal dirigencia de los militares constitucionalistas. Esta agresión tuvo lugar el 19 de diciembre de 1965 en el Hotel Matum de la ciudad de Santiago de los Caballeros. Fue planeado por los militares al servicio de los invasores como un paseo por el parque, dadas las superioridades en armamento y en cantidad de tropas. Sin embargo, al igual que en el combate del puente Duarte el 27 de abril de 1965, este intento resultó ser otra gran derrota para los agresores. Las bajas sufridas por las tropas atacantes compuesta por los miembros de la Fuerza Aérea y del Ejército Nacional fueron treinta veces mayor que la de los constitucionalistas.
Tan pronto como el
19 de diciembre de
1965 se difundió por todo el país el descomunal ataque de las Fuerzas Armadas contra el
Hotel Matum, el cual trataba de eliminar físicamente al líder constitucionalista, la población de
Santo Domingo se lanzó a las calles a movilizarse a favor del Coronel Caamaño y sus compañeros.
Luego de la impactante derrota sufrida el 19 de diciembre, el General
Francisco Rivera Caminero impartiría las instrucciones para poner en marcha un plan de exterminio de los constitucionalistas. La maquinación fue designada con el sobrenombre de
Operación Honor.
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Cadáver de Caamaño, con dos tiros en la cara y uno en el abdomen |
Posteriormente a estos hechos y luego de prolongadas conversaciones entre el presidente provisional y los jefes constitucionalistas, acordaron que los oficiales patriotas fueran saliendo gradualmente del país, a partir del martes
11 de enero de
1966, como aporte a la solución de la crisis. Entre los condenados estaba Caamaño, que eligió el
Reino Unido como país de exilio. Por cuestiones de seguridad, los planes de salida se adelantaron para el sábado
22 de enero de
1966, debido a la desconfianza hacia los altos mandos militares.
En
Londres, Caamaño decide volver a la
República Dominicana y derrocar al gobierno de Balaguer; para ello se trasladó a
Cuba, en donde comienza a reclutar a los hombres que lo acompañarían en su proyecto guerrillero. A pesar de las numerosas deserciones, logra mantener a ocho aguerridos hombres dispuestos a jugarse la vida para derrocar a Balaguer.
El
3 de febrero de
1973, nueve hombres desembarcaron en la Playa Caracoles en grupos de tres en tres, dos y uno al sur del país, con la intención de iniciar un frente guerrillero contra el gobierno
Joaquín Balaguer, al frente del grupo estaba el coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó, algo que se le criticó, puesto que había luchado anteriormente en contra de un golpe de Estado, y ahora él mismo participaba en uno.
Sobre esto, Balaguer hablando por una cadena de radio y televisión afirmó:
Hace apenas algunas horas regresé de la zona del municipio de San José de Ocoa donde actualmente se desarrollan algunas acciones subversivas, que realiza el grupo de guerrilleros…inspeccioné personalmente en compañía del secretario de Estado de las Fuerzas Armadas y el Jefe de Estado Mayor del Ejército, el sitio en que se produjo el primer choque sangriento entre una patrulla militar y el grupo de guerrilleros que desembarcó en la Playa Caracoles.
Trece días después del desembarco el
16 de febrero, las Fuerzas Armadas anunciaron la muerte de Caamaño junto a dos de sus compañeros en el paraje Nizaíto, sección la Horma de San José de Ocoa. El contralmirante Ramón Emilio Jiménez (hijo), Secretario de Estado de las Fuerzas Armadas, el mayor general Enríquez Pérez y Pérez y el brigadier Juan René Beauchamps Javier, mostraron el cadáver de Caamaño a un reducido grupo de periodistas que fue trasladado en helicóptero hasta el lugar donde se encontraba el cuerpo sin vida, y los de sus compañeros Heberto Lalane José y Alfredo Pérez Vargas, aunque las FFAA informaron que Caamaño había muerto en combate. Testimonios posteriores afirmaron que Caamaño luego de ser capturado herido por tropas del Ejército Nacional que lo perseguían, fue fusilado, descuartizado y quemados sus restos. Mucho odio y demasiado temor inspiraron esa pérfida determinación gubernamental.
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Cruz y monumento en honor a Francisco Caamaño |
Informado el presidente Balaguer de su captura, le expresó al general Ramón Emilio Jiménez (hijo), entonces Secretario de Estado de las Fuerzas Armadas, que “en el país no había cárceles para un hombre como el coronel Caamaño”, dejando bien insinuado que procediera a su fusilamiento.
El general Ramiro Matos Gonzáles, anticomunista, quien dirigió la persecución y el cerco militar contra la escuadra guerrillera, en ningún momento advirtió a sus compañeros de armas que los cánones internacionales y los derechos humanos consagrados impedían asesinar al comandante apresado. Consintió el fusilamiento.
Así el coronel Caamaño fue fusilado en la Cordillera Central, 16 de febrero de 1973. Con la muerte del coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó a los 40 años de edad, desapareció una de las figuras más importantes de la historia dominicana del siglo XX.