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¡Increíble! lea la historia de cómo varios agentes de Amet mataron un joven en la capital
SANTO DOMINGO. Artistas, vecinos, amigos y relacionados del fenecido artista plástico Ney Henríquez Díaz (Ney) exigen que los autores de su violenta e injusta muerte sean sometidos a la justicia.
Yoni Cruz, reconocido diseñador gráfico del matutino Listín Diario relató en su muro de Facebook su testimonio de primera mano sobre los acontecimientos en torno a la muerte de Henríquez Días.
Cruz relata lo acontecido:
Cruz relata lo acontecido:
“Hace unas tres semanas fui testigo de la muerte de un joven. Un extraño caso. Venía a laborar, cerca de las 7:15 pm. y ví como tres agentes de Amet tenían contra el piso a un joven, desnudo. Me acerqué. Al notar que no respiraba, y ver la presión que ejercían los agentes sobre la cabeza, la espalda y las piernas dobladas contra sus glúteos, le tomé el pulso, y no sentí nada. Alarmado, les advertí a los agentes, que como autómatas presionaban el cuerpo del joven.
Así cedieron un poco. Llegó un agente de la Policía, un inhumano. Le cologó el cañón de una escopeta en la espalda al prisionero, que para ese momento asumo ya había fallecido.
Lo tomó por las manos aprisionadas con esposas, y lo arrastró como un objeto cualquiera. Se escuchó un fuerte golpe de la cara del prisionero contra el cemento. Le grité, y otros presentes también, incluyendo un agente de Amet, que no lo tratara así.
El agente, repito, un inhumano y troglodita, amenazó con llevarnos presos a todos. Estaba agresivo. Llegó una unidad del 9-1-1 y volteó el cuerpo. Tenía los ojos abiertos y la boca igual. La mirada perdida y sin brillo.
La paramédico se dedicó a intentar resucitarlo, infructuosamente. Había fallecido. Me alejé ante lo inevitable, con el pesar de ver un hombre joven morir tontamente, ante el cuadro de la imbecilidad de agentes que no supieron actuar de modo profesional, de la inhumanidad de estos y muchos otros. Lleno de pesar y preguntas.
Ayer conversaba con el artista y amigo Guillermo Gutiérrez, quien reside en Alemania. Y al final de una larga conversación me preguntó si sabía de la desaparición de un artista, Ney D. Henríquez. Que hacía unas tres semanas había desaparecido y no había pistas. Un escalofrío me recorrió completo. Tenía al menos 7 años no veía a Ney, un artista que se dedicó al diseño y a la plástica, muy activo en el accionar cultural capitalino.
Y como estaba un poco oscuro, no lo reconocí en el momento. Solo cuando Guille me lo mencionó todo encajó. Estuve frente a un amigo y colega en los últimos y trágicos momentos de su vida y no lo sabía. Su familia y amigos tenían tres semanas buscándole con la esperanza de que apareciera con vida. Con la información ofrecida, se dirigieron a Patología Forense y allí encontraron el cuerpo de Ney.
Ahora mis cuestionamientos, mi impotencia y rabia son mayores.
¡Nuestro país necesita tanto en materia de derechos humanos, de profesionalización de la Policía, de los servicios públicos! Aparte de lamentar el deceso de un amigo artista, también no dejo de pensar que tengo hijos, sobrinos, amigos jóvenes que pueden repetir una tragedia igual, en que por mal manejo pierdan inútilmente la vida, en lugar de ser salvos en manos de alguna autoridad.
Para Ney, que encuentre la paz en el lugar que sea adonde ha ido a habitar, con sus trazos, su andar de prisa, su mirada de colores y su risa loca.
Fuente: ahoranoticias.net