Por: Alfredo Cruz Polanco (alfredocruzpolanco@gmail.com)
A raiz de la pandemia global de la Covid-19 y ahora con la invasión de Rusia a Ucrania, se ha generado un aumento desorbitante en los precios del petróleo y demás commodities (materia prima), una disminución en la producción de bienes y servicios, combinada con la carestía de los contenedores. Todos estos factores externos e internos han contribuido al aumento de precios de los productos básicos de la canasta familiar, ya inalcanzables a los sectores vulnerables de nuestro país.
El señor Presidente de la República, Luis Abinader, creyendo encontrar una solución satisfactoria a la carestía de los alimentos, envió al Congreso Nacional un proyecto de ley solicitando la eliminación de los impuestos aduanales (tasa cero) por seis meses, a una gran cantidad de productos importados de gran consumo que son producidos en el país. Este remedio puede resultar peor que la enfermedad, pues en medio de una gran crisis económica y sanitaria, va a afectar a los productores tradicionales de nuestro país, eliminando miles de empleos directos e indirectos, con lo que se estaría llevando al país a la ingobernabilidad, a la inestabilidad política y social, ya que el sector importador no genera empleos.
Desgraciadamente, cada vez que se aprueban medidas transitorias, estas se quedan para siempre. Entre los productos que entrarían al país libre de impuestos, se encuentran: las carnes de res, pollos y cerdos; leche, pan, aceite, pastas, habichuelas, entre otros. De aprobarse esta ley se le estaría dando el tiro de gracias a nuestros productores, con lo que estaríamos matando “la gallina de los huevos de oro”, pues son los que crean riquezas y empleos.
Señor Presidente Luis Abinader. En tiempos de escasez y momentos críticos, nuestras autoridades han permitido la importación de determinados productos indispensables para la canasta familiar exonerados de impuestos, sin la necesidad de aprobar una ley al respecto. Lo que se debe aprobar es la eliminación de impuestos a la materia prima y a las maquinarias y equipos para la producción de bienes y servicios, no a los bienes que son producidos en el país. Precisamente, los impuestos aduanales se establecen para proteger a los productores nacionales
Este es un momento para incentivar a los sectores productivos que han demostrado ser eficientes, de otorgar facilidades para aumentar la producción, no para contribuir con su desaparición, por lo que muy respetuosamente le sugerimos que retire ese proyecto de ley del Congreso Nacional, pues el mismo atenta contra la soberanía, la seguridad alimentaria de nuestro país y con la generación de empleos. Nuestro país produce el 80 % de todo lo que consume. De ahí el gran rechazo que está concitando en el propio congreso, en los partidos de oposición, en las asociaciones comerciales e industriales y en los propios productores. Los únicos que están celebrando, que se están riendo con las muelas de atrás, son los del sector importador, pues van obtener grandes beneficios, sin asumir ningún riesgo, a costa de nuestros productores.
El mejor ejemplo lo tenemos con nuestro vecino Haití, que luego de establecer la tasa cero a la mayoría de los productos importados, esta medida produjo la desaparición de los sectores productivos, a un gran desempleo, encarecimiento y desabastecimiento y a una gran crisis económica, política y social.
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El autor es Contador Público Autorizado
y Máster en Relaciones Internacionales
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