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Los homosexuales que salieron del closet
La homosexualidad es la atracción por las personas del mismo sexo. La sexóloga Heidy Camilo dice que tener esta orientación sexual no es un pecado ni una enfermedad, es algo normal al igual que la heterosexualidad.
“Salir del clóset fue difícil, era una lucha interior conmigo mismo. Lloré mucho, pero me armé de valor y le confesé a mis padres lo que ellos ya sabían, lo que todos sabían y yo no aceptaba”, confiesa Elexis Sena, quien pasó 19 años de su vida siendo víctima de bullying, sufriendo humillaciones, rechazos y hasta amenazas, todo eso porque su orientación sexual era diferente a la “aceptada” por la sociedad.
La homosexualidad es la atracción por las personas del mismo sexo. La sexóloga Heidy Camilo dice que tener esta orientación sexual no es un pecado ni una enfermedad, es algo normal al igual que la heterosexualidad.
Para Rafael, quien fue criado por su madre militar, darse cuenta de que le gustaban las personas de su mismo sexo fue incómodo porque entendía que estaba contradiciendo a la sociedad y se sentía “defectuoso”.
Cuando una persona decide afrontar su sexualidad las reacciones de su familia y amigos tienen una influencia directamente en su vida, porque se puede deprimir o tener ansiedad y esto no es específicamente por el hecho de ser gay, sino por el tema de la aceptación que según la sexóloga es lo mismo que viven aquellos que deciden hacer con sus vidas algo diferente a lo que su familia tenía planeado para ellos.
Elexis, de 23 años, expresa que su batalla más grande no era la homofobia de la sociedad, sino su inseguridad y temor a ser quien era. Cuenta que tenía miedo de ser diferente y hasta de hablar mucho para que los demás no notaran su voz afeminada y sentía que le fallaba a sus padres y a Dios por ser gay.
La homosexualidad no genera trastornos de ansiedad ni de depresión, lo genera el ambiente o los factores externos con los cuales lidian en la vida. “La homosexualidad no es la causa de estos problemas psicológicos porque no es un trastorno, no es una enfermedad y no es una aberración. Es una orientación sexual igual que como es la heterosexualidad, solo que la persona de la cual se enamoran es una de su propio sexo”, afirma la psicóloga y aclara que la orientación sexual no se escoge, viene dada por componentes biopsicosociales. Dice que es normal que un adolescente tenga fantasías homoeróticas, sin embargo, esto no quiere decir que sea gay o lesbiana.
Luego de Christian llegar a la adolescencia empezó a investigar si había algo anormal en él, pero a medida que profundizaba se dio cuenta que todo era normal. Después de ese momento (a los 16 años) dejó de preocuparse y se aceptó tal y como es.
Hay muchas familias que apoyan que sus hijos tengan una preferencia sexual distinta, pero hay otras que por el tema de tabú y creencias ven esto como una situación aberrante y su reacción va desde la negación, discriminación, golpes y hasta la castración. Si bien es cierto que el tema de la homosexualidad tiene más aceptación que en años anteriores, estos jóvenes en su vida diaria están expuestos a insultos y burlas. Reciben ofensas de desconocidos, al caminar por las calles, en las escuelas, en los hospitales y hasta de gente de su propio entorno, aunque por sus testimonios ellos se han llegado a “acostumbrar” al menosprecio y a las burlas. Independientemente de sus preferencias sexuales siguen siendo personas con sentimientos al igual que todos.
Causa
Un estudio científico descartó que se pueda pronosticar a través de la genética el comportamiento sexual de un individuo y una posible atracción a las personas de su mismo sexo. Sin embargo, no desechó definitivamente la existencia de un “gen gay” que lo determine.
LGTB
Actualmente, el 28 de junio de cada año se celebra el Día Internacional del Orgullo LGBT, una reivindicación para la tolerancia e igualdad de derechos de los homosexuales, bisexuales y transexuales. La fecha se debe a los disturbios de Stonewall ocurridos el 28 de junio de 1969 en Nueva York.
José A. Acosta
Siempre lo supieron La sociedad rechaza por completo la idea de una persona diferente a lo catalogado como “normal”. Desde pequeño he sido muy extravagante. Mi familia siempre lo supo inconscientemente, pero esto no ha restado el amor que sienten por mí.
Kelvin García
El apoyo de mi madre Me declaré gay a los 15 años. Al principio sentí mucho temor al dar ese paso. Pensé que decepcionaría a mi madre como hijo, pero cuando se lo dije fue todo lo contrario. Me apoyó y dijo que me admiraba y amaba mucho solo por tener el valor de decir que era homosexual.
Elmer Féliz
Sigo siendo yo Esa confesión a los padres es algo terrible, aunque para otros, no tanto. En mi caso mi madre fue la única que lo tomó de manera madura y me aconsejó, para mi padre fue la crónica de una muerte anunciada. Pensaron que ni profesional sería. En fin, sigo siendo el mismo.
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