Opinión
Cómo nos afecta Trump/ Bernardo Vega
Por: Bernardo Vega
Más de la mitad de nuestra población vive dentro de una franja de cinco kilómetros de nuestras costas y es en esa franja donde van a hospedarse el grueso de nuestros turistas, nuestra principal fuente de divisas, para disfrutar de nuestras bellas playas.
Pero estas se están deteriorando rápidamente debido a modificaciones en los niveles del mar provocados por el cambio climático, cuya existencia, probada por los científicos, no reconoce el Presidente Donald Trump, quien ha sacado a su país del Tratado de París. Esa actitud de Trump perjudica a los dominicanos y al Caribe en general. Trump al “poner a América primero” provoca daños colaterales a nuestra región. Ese cambio climático provocará sequía, falta de agua potable y de alimentos y más huracanes en nuestro país y en la región.
El nuevo presupuesto sometido por Trump, con sus prioridades, también nos perjudica. No solo recibiremos menos ayuda de la USAID, menos de la mitad, sino que Haití también sufrirá ese recorte y además allí está pendiente una decisión de si revocar o no el TPS (Temporary Protective Status) de unos 50,000 haitianos, víctimas del gran terremoto, refugiados hoy día en Estados Unidos. Su revocación implicaría su deportación a Haití, aumentando aún más la presión para que haitianos se trasladen a nuestro país.
En el área de la seguridad el presupuesto de Trump también tiene recortes. Los gastos en la Guardia Costera, que actualmente patrulla el Canal de la Mona como parte de la lucha contra las drogas, serán reducidos y el ahorro transferido a construir el muro en la frontera con México, una de las muchas promesas del presidente norteamericano y cuyo costo definitivamente no pagarán los mexicanos. También hay reducciones en la cooperación en la lucha contra el narcotráfico, la promoción de la energía renovable y reformas a nuestros sistemas judiciales. Igualmente existe el peligro de que las redadas y deportaciones de indocumentados, aun si no han cometido crímenes, comiencen a abarcar las regiones donde residen los dominicanos, a pesar del compromiso de las autoridades electas estatales de New York y Massachusetts, entre otros Estados, de que su policía estatal no cooperará con las autoridades federales encargadas de buscar y deportar a extranjeros indocumentados.
Por primera vez en nuestra historia nuestro Procurador fue invitado a Washington por el Procurador General norteamericano y el jefe del FBI. ¿Incluyó ese muy importante conversatorio otros temas además de extradiciones desde Santo Domingo (¿incluyendo políticos criollos?) a Estados Unidos, Odebrecht y tucanos?
Trump declaró a la revista inglesa The Economist que la renegociación del Acuerdo de Libre Comercio con México y Canadá (el NAFTA) será “masiva”. Ya Washington acaba de renegociar el tema azucarero con México y los americanos salieron ganando al reducirse la capacidad de México de exportar azúcar refinada, para beneficio de las refinadoras norteamericanas de azúcar, que transformarán azúcar parda mexicana.
Después de la renegociación del NAFTA, ¿vendrá una renegociación, iniciativa norteamericana, del DR-CAFTA, a pesar de que tenemos un saldo negativo bilateral en el comercio con Estados Unidos?
El gobierno dominicano ha contratado como nuevos cabilderos en Washington a un americano de la Florida, amigo de Trump, pero sin experiencia en esos menesteres en la capital norteamericana. ¿Qué le hemos instruido sobre nuestras prioridades en su agenda? ¿Más ayuda, más cooperación en la lucha contra el narcotráfico, algo en el sector comercial, menos deportaciones? ¿Podrá hacer algo la nueva embajadora, amiga del Presidente americano en el gran mundo social de Palm Beach, pero sin ninguna experiencia diplomática?