Por Dionicio Hernández Leonardo
Un día como hoy, 30 de abril de 1651, nació Juan Bautista de La Salle, en Reims, Francia. Fue un sacerdote católico y pedagogo francés, que dedicó su vida a la educación, en especial a la educación de niños y jóvenes pobres. En una etapa crucial de su vida, renunció a sus votos religiosos, y fundó la Congregación de los Hermanos de las Escuelas Cristianas. En 1684, en Reims, fundó su primera escuela, introduciendo dos innovaciones que revolucionaron la pedagogía en la enseñanza, que son: 1) La lección no impartida individualmente, sino en una sección de clase; y 2) Enseñar a leer en francés, no en latín.
El gran legado de Juan Bautista de La Salle en materia de educación se resume en los siguientes aportes: 1) Agrupar a los alumnos por edades en secciones de clases; 2) Enseñar en la lengua vernácula, no en latín; 3) Establecer un horario fijo para las lecciones, no de manera individual; 4) Implicar a los padres en la educación de sus hijos; 5) Establecer un manual pedagógico para los maestros, animándoles a tratar a los niños con cariño y respeto; 6) Fundó la primera Escuela Normal para formar maestros; 7) Creó las escuelas técnicas y correccionales para jóvenes con problemas con la Justicia; y 8) Es el precursor de la escuela secundaria, como se conoce hoy día. Por sus grandes aportes a la educación, el 15 de mayo 1950, el papa Pío XII declaró a Juan Bautista de La Salle patrono especial de los educadores de la infancia y de la juventud, y patrono universal de los educadores. Finalmente, La Salle fue canonizado por el papa León XIII el 24 de mayo de 1900.
Termino esta nota con un pensamiento de Juan Bautista de La Salle, cito: “La alegría del mundo es breve; la de aquellos que sirven a Dios no tendrá fin”.
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