SAN JUAN DE LA MAGUANA.-Esta noche será el conversatorio sobre el libro “El Oficio de lavar Cerebros” de la autoría del periodista y escritor Cassandro Fortuna, también director de El Granero del Sur.
El libro está de venta en la librería Alex, ubicada en la avenida Independencia esquina Anacaona en esta ciudad.
El conversatorio citado consiste en un diálogo inicial sobre la obra en el que participaran el autor de la misma y el periodista y catedrático universitario Rubén Moreta, y luego habrá una sesión de preguntas y respuesta con el público que asista a dicha actividad.
“El Oficia de lavar Cerebros” es un libro que plantea que el dictador Rafael Leónidas Trujillo Molina era zurdo lo que es un claro indicio de que era regido por el lado derecho de su cerebro, de acuerdo con la teoría de los hemisferios cerebrales. Igualmente, el libro refiere que la programación mental de Trujillo estuvo orientada hacia el enriquecimiento personal y usó su puesto en el ejército para lograr ese objetivo.
Trujillo era miembro de una familia modesta de San Cristóbal, compuesta por once hermanos. Se casó a loas 22 con Aminta Ledesma Lachapelle, una joven nativa de San Cristóbal que era cuatro años mayor que él. De ese matrimonio nació Flor de oro Trujillo. Luego se casaría con Bienvenida Ricardo, que era pariente de Ulises Hereaux, Lilís, y de Joaquín Balaguer. Finalmente, tendrá un tercer matrimonio con María Martínez Alba, quien era su amante y con quien, fura del matrimonio, había procreado a Ranfis Trujillo.
El cerebro derecho
La teoría de los hemisferios cerebrales dice que las personas regidas por este hemisferio son intuitivas, tienen mucha imaginación, son creativas, artísticas, poco razonables, que marcan la diferencia con aquellos que tienen predominancia cerebral izquierda, y que son analíticos, razonadores, tienen “pensamiento lógico, cualitativo, crítico, matemático.
Solo personas que no usan bien su razón se aventuran a encabezar dictadura. Las dictaduras son verdaderas locuras, a su juicio. Siempre terminan y su cabecilla, generalmente, termina mal, y su familia, finalmente, es la que paga los platos rotos.
Dijo que solo una persona que ha perdido la noción de la realidad nombra su hijo general a los 10 años, como hizo con Ranfis. Y tiene el poder de idiotizar a mucha gente, pues una parte del país aplaudió esa decisión del tirano, como aplaudieron, también, que este le cambiara el nombre a la capital dominicana, cuyo nombre desde 1496 es Santo Domingo, por el de Ciudad Trujillo.
Ese y otros asuntos, como el caso de su abuela haitiana, Luisa Erciná Chevalier, será discutidos esta noche, a las siete, en el salón de actos del Centro Cultural Monina Cámpora (Escuela de Bellas Artes).
La entrada de es gratis.
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