| Un grupo de palestinos traslada a uno de los muertos en las protestas. AHMAD GHARABLI AFP |
Tres palestinos han muerto en Jerusalén Este y dos centenares han resultado heridos este viernes en los enfrentamientos que han seguido al masivo rezo de protesta en los alrededores de la Explanada de las Mezquitas, en la Ciudad Vieja de Jerusalén, según informa el Ministerio de Salud palestino. Los disturbios se han producido en una semana de gran tensión, tras la decisión de la Policía israelí de instalar detectores de metales en la entrada de la Explanada de las Mezquitas, una medida rechazada por los palestinos. La Policía ha prohibido además este viernes a los hombres menores de 50 años acceder a la Ciudad Vieja de Jerusalén, en la que se encuentra la Explanada de las Mezquitas.
Un joven de 17 años ha muerto en incidentes registrados en el barrio de Ras El Amud. Varios medios locales, como la agencia palestina Maan y el diario hebreo Haaretz, citan testigos que aseguran que el fallecido recibió un disparo de un colono israelí. La portavoz de la Policía israelí, Luba Samri, en un primer momento señaló que no le constaban los hechos pero el maletendido pudo deberse al parecido con el nombre en árabe de la Puerta de Damasco (Bab al Amud) donde en un principio se creyó que había ocurrido todo.
Los otros dos fallecidos, son un joven de A-Tur, que resultó gravemente herido en los altercados de Ras el-Amud y falleció en el hospital Makased, y otro joven alcanzado por una bala en el pecho en la localidad de Abu Dis, también en Jerusalén Este.
Más de 200 personas han resultado heridas en los disturbios en los territorios ocupados de Jerusalén Este y Cisjordania, según el último parte del servicio de emergencias Media Luna Roja, el equivalente musulmán a la Cruz Roja. Desde mediodía se han sucedido los enfrentamientos y las cargas policiales en las inmediaciones de la Ciudad Vieja, donde se han producido también varios arrestos de los fieles que, finalizado el rezo en las calles, trataron de traspasar algunos de los controles instalados por las fuerzas de seguridad israelíes. El acceso a la ciudad amurallada estaba prácticamente cortado y de cara a la plegaria del mediodía sólo se permitía el paso por los puntos más cercanos a la Explanada a los hombres mayores de 50 años y a las mujeres.
El Gran Muftí de Jerusalén y varios de los líderes religiosos musulmanes habían hecho un llamamiento para que los fieles se acercaran este viernes, día santo musulmán, al complejo de Al Aqsa y no a otras mezquitas, en protesta por los detectores de metales instalados por la Policía israelí en la entrada de la Explanada de las Mezquitas tras el ataque del pasado viernes, en el que los policías drusos israelíes Hael Satawi y Kamil Shanan fueron asesinados por tres árabes israelíes, que salieron armados del recinto sagrado y fueron abatidos a su vez por las fuerzas de seguridad israelíes.
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Los agentes del orden israelíes se preparaban ya este viernes por la mañana para la posible aglomeración en las callejuelas de la Ciudad Vieja de miles de fieles. La zona amaneció con un amplísimo dispositivo de la Policía. Miles de musulmanes se congregaron a las afueras del lugar, el tercer sitio sagrado para el islam y el primero para los judíos, para rezar y mostrar su rechazo a las nuevas medidas de seguridad impuestas por Israel. Israel ha puesto a cinco batallones del Ejército y 3.000 policías extra en alerta ante los posibles disturbios tras el rezo.
El Gobierno israelí aseguró esta madrugada que, pese a las protestas, no retirará los detectores de metales. “Israel está decidido a mantener el statu quo en el Monte del Templo [Explanada de las Mezquitas] y la libertad de acceso a los lugares santos”, indicó la oficina del primer ministro, Benjamín Netanyahu, en un comunicado emitido tras cuatro horas de reunión con el Gabinete de Seguridad. “El Gabinete ha autorizado a la Policía a que garantice el libre acceso a los lugares sagrados, al tiempo que mantiene la seguridad y el orden públicos”, añadió la nota.
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