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Un gran charlatán llamado Blas Peralta
Blas Peralta es uno de esos dominicanos al que se le puede aplicar el calificativo de “gran charlatán” y un personaje tan “chuipe” que cree que puede burlarse fácilmente de la inteligencia de lo demás. Al parecer está acostumbrado a lidiar con gente muy bruta o que se pliega fácilmente a lo que él dice, y por tanto cree que todos los dominicanos son así.
Durante más de un año mantuvo la postura de que nunca disparó su arma contra el vehículo del ex rector de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) a quien mató de una forma brutal y estúpida.
Por más de un año estuvo incidentando, a través de sus abogados, el proceso judicial que se le conocía para ganar tiempo y ver si con maniobras y dinero lograba evitar que se le enviara a juicio de fondo. Ninguna de sus triquiñuelas funcionó como esperaba, pues a pesar de la dilación, su caso fue enviado a juicio de fondo. Don dinero, si bien compró algunos sinverguenzas, no pudo hacer nada para evitar lo inevitable: que se conozca el fondo de la acusación que se le imputa, y que, como sabemos, es la de que él mató al señor Mateo Aquino Febrillet y estuvo a punto de provocar una masacre en la jeepeta donde este se encontraba y en la que había varias personas que milagrosamente salvaron la vida.
Pero volviendo al tema de nuestro primer párrafo, Blas Peralta cree tan idiotas a los demás que para presentarse ante el tribunal como un hombre serio admite que disparó contra el vehículo del ex rector con estas palabras: “Yo no puedo negar que yo disparé, sería un irresponsable si yo lo niego”. ¿Se le olvidó que tenía más de un año negándolo? ¿Se le olvidó que el mismo día que hizo eso disparos fue al programa de la periodista Nuria Piera y dijo que no sabía nada de eso? ¿Se le olvidó que dijo que iba con su familia para Jarabacoa cuando se enteró por la noticia de que habían matado al ex rector de la UASD? ¿Se le olvidó que el dijo que estaba dispuestos a colaborar para que se encontrara el verdadero culpable de lo disparos?
El irresponsable por más de un año ahora quiere inoptizar a los jueces, a la opinión pública y al país de que él es un hombre serio y por tanto admite, con bombos y platillos, para que lo respeten y no se equivoquen con él, que es un hombre serio y con mucha responsabilidad que admite sus hechos. Así que mucho cuidado, y que nadie se equivoque creyendo que él es un irresponsable.
Por supuesto esa guayaba no se la ha tragado nadie, sino que figura como un elemento más de cómo se comporta la gente descarada.
Este gran charlatán será condenado, sin duda alguna, pues es un homicida confeso. No recibirá la pena máxima, que son 30 año de prisión, pues en verdad no cometió asesinato, sino homicidio. Su fatal decisión de disparar contra la jeepeta del malogrado ex rector no fue premeditada. En otras palabras, Blas Peralta no planificó ese homicidio. Fue un asunto del momento, y ello es un atenuante que lo favorece. Este señor no es un asesino, sino un homicida.
Dicen que no s bueno hacer leña del árbol caído ni alegrarse de las desgracias de los demás. Estoy de acuerdo con ello; pero lo cierto es que la charlatanería y el carácter chapucero de este hombre no tienen límites. Este hombre debe haber hecho una y mil diabluras en este país. Cuando esté tras las rejas habrá más seguridad par la sociedad dominicana.