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Hay que saber perder….
que le ocurra eso. Siempre queremos ganar. Y eso no tiene nada de malo. Al contrario es la actitud correcta. Pero ocurre que en cualquier
competencia, ya sea de béisbol, fútbol o dominó, unos ganarán y otros perderán.
Es imposible que todos ganen. Dos boxeadores suben al ring, hacen una gran
pelea; pero siempre uno perderá y otro ganará. A veces ocurre en el amor. Dos
hombres enamorados de la misma mujer (o dos mujeres enamoradas del mismo
hombre). Alguien ganará el amor de la persona querida y el otro quedará fuera
del juego.
A veces, el perdedor, reacciona con violencia. No acepta la
derrota. No sabe perder. Y, a veces, se han originado historias muy tristes.
mis hermanas. El juego estaba muy reñido, pero hubo un momento que yo comencé a
ganar. Como es natural yo estaba riendo. El que gana es el que goza, como dice
la expresión. Entonces mi hermana, molesta porque estaba perdiendo, agarró el
parché y lo tiró al suelo y desbarató el juego. Recuerdo que estaba furiosa y
quería darme golpe.
perdiendo actúa con violencia. Pierde la paciencia. Se vuelve irracional. El
que gana, sin embargo, mantiene la calma. El que tiene la razón no se
desespera. No patalea. No discute. Espera el momento oportuno y presenta sus
alegatos. Y la razón se impone.
que “en una discusión el que tira la primera galleta es quien ha perdido los
argumentos”.
en un ambiente calmado es donde puede hacer prevalecer sus razones.
que han preferido el desorden. No saben perder. Para ocultar su derrota han
procurado difamar las elecciones y, obviamente, buscar un culpable. Han
escogido el camino equivocado. No saben perder.
una derrota. Sin embargo, hay una situación inexplicable. Hasta ahora no hemos
visto un solo delegado de cualquiera de los partidos políticos denunciando el
fraude y cómo se hizo. No se ha presentado una sola acta alterada. Y lo más
grande de todo, en el país hubo muchos observadores internacionales e
instituciones de reconocida solvencia internacional, y ningún partido le
presentó una sola queja. ¿Por qué no lo hicieron si ello hubiera sido una
instancia relevante para denunciar el supuesto fraude?
diputación o senaduría encuentra una salida fácil para explicar su derrota
denunciando que le hicieron fraude sin presentar una sola prueba. Y quien tenga
pruebas no tiene que hacer desórdenes para reclamar su derecho. Solo tiene que
presentarla en la instancia correspondiente, y sobre todo al país, y el derecho
y la razón estarán de su parte.
Hay que decir, en honor a la justicia, que muchos perdedores
han asumido su derrota con dignidad. Tal el caso, para poner uno solo, de
Roberto Salcedo, aspirante a la reelección en el Distrito Nacional, capital de
la República Dominicana, la alcaldía más
importante de nuestro país. En lugar de patalear y gritar fraude, como han hecho una parte de los perdedores,
Salcedo le envió una carta a su contrincante victorioso, David Collado, felicitándolo
por su triunfo. Como nota curiosa comento que muchos de los coristas del fraude opinan que donde ellos ganaron todo estuvo
bien. En la capital no hubo fraude contra Salcedo. Fraude hubo solo donde ellos
perdieron.
resultado de la voluntad popular debe ser acatado, aunque nos sea adverso. La demagogia barata y jugar con los
sentimientos de un pueblo es tarea de irresponsables. A una competencia se va a
ganar o a perder. El que crea que tiene que ganar obligatoriamente,
sencillamente la macó.