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En el país la mayoría de los conductores no respeta paso de peatones
Abraham Lincoln esquina José Contreras. Santo Domingo. |
La mayoría de los conductores de vehículos en la República Dominicana no respetan el llamado “paso de cebra” ubicado en la intersecciones de muchas esquinas y el cual tiene como objetivo fijar el límite de hasta donde debe llegar cada chófer al llegar a la esquina.
No importa el vehículo que maneje, cada conductor lo lleva hasta el extremo y solo se detiene sobre las franjas blancas, ignorando que éstas constituyen el paso de peatones.
Así los transeúntes tienen que cruzar la calle cruzando entre un vehículo y otro, ante la mirada indiferente de las autoridades de la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMET).
Los que menos respetan el llamado “paso de cebra” son los motoristas quienes se aglomeran sobre las rayas blanca como si fuera algo muy natural. Algunos de estos, a veces, casi se colocan debajo del semáforo (cuando hay uno de estos artefactos) y en cualquier descuido se van violando la luz roja, mostrando un desprecio olímpico, que raya en una acción delincuencial, por la la luz roja.
Justo es decir que no todos los conductores se comportan de la misma forma. Hay dominicanos respetuosos de las normas que se ubican detrás del paso de al cebra permitiendo el libre transito del peatón.
En la Feria: avenida Independencia con avenida Enrique Jimenes Moya. |
Para colmo de males, dado el bajo grado de educación, en el país se ha acuñado una especie de dicho popular, según el cual “el peatón no es gente”. Ello es un reflejo de la concepción subdesarrollada prevaleciente aun en nuestro país sobre lo que es manejar un vehículo y caminar a pie.
En verdad, la ciudad, como zona urbana, es lugar para las personas, y se permite también, a discreción, el tránsito de vehículos; pero el ciudadano tiene preeminencia, por lo que los conductores deben darle preferencia. Aquí, como se desconoce la cultura metropolitana, la cultura de ciudad, se cree lo contrario. De ahí que no haya respeto por el peatón, que el rey de la ciudad.