Opinión
IRRESPETO EN LAS ESCUELAS/ Roberto Rosado
Roberto Rosado Fernández
U.A.S.D, San Juan de la Maguana
Mueve a preocupación lo que está ocurriendo en las escuelas últimamente. La relación entre profesores y alumnos no está obedeciendo a las normas de comportamiento establecidas en nuestras leyes, principalmente la Ley 66,97 que rige todo el Sistema Educativo Dominicano.
El respeto es un valor que permite que el hombre pueda reconocer, aceptar, apreciar las cualidades del prójimo y sus derechos. Es decir, el respeto es el reconocimiento del valor propio y de los derechos de los individuos.
De acuerdo con el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, el respeto está relacionado con la veneración o el acatamiento que se hace a alguien. El respeto incluye miramiento, consideración y deferencia.
No solo se manifiesta hacia la actuación de las personas o hacia las leyes, también es el reconocimiento del valor propio y de los derechos de los individuos y de la sociedad. También se expresa hacia la autoridad como sucede con los alumnos y sus maestros o los hijos y sus padres.
Sin respeto no hay paz, no hay armonía, no hay solidaridad, todo es un caos, todo es conflicto. La falta de respeto debilita la familia, debilita la escuela y toda la sociedad. Evita el sentimiento positivo, el aprecio, la veneración y el reconocimiento por una persona o cosa.
Podemos decir que el respeto es uno de los valores morales más importantes del ser humano, pues es básico para lograr una armoniosa interacción social. Esta razón obliga a que el respeto deba de ser mutuo, por eso debe aprenderse.
No es necesario estar de acuerdo en todo y con todo para que haya respeto, solo hay que evitar la discriminación, ni ofender a las personas por su forma de vida.
Respetar es también ser tolerante con quien no piensa igual que tu, con quien no comparte tus gustos, con quien no comparte tus intereses .El respeto a la diversidad de ideas, opiniones y maneras de ser es un valor supremo en las sociedades modernas que aspiran a ser justas y a garantizar una sana convivencia.
Refiriéndose al respeto en la escuela, Hilda Fingermann señala. “El respeto es un valor en cualquier relación social, y en la escuela las relaciones interpersonales, y por lo tanto las situaciones donde se respeta o no a la otra persona, ocurren entre alumnos, entre docentes, entre directivos y docentes, directivos y alumnos, preceptores y docentes, preceptores y alumnos,
padres y docentes. También el respeto se manifiesta ante la institución escolar en general y hacia el edificio en particular.”
Una escuela donde no prima el respeto será un lugar donde la convivencia resultará caótica, y enseñar, prácticamente imposible.
En ese sentido la citada autora argumenta,” Aunque esto parezca natural, es frecuente que las faltas de respeto se presenten en los establecimientos escolares y que se violen las normas de convivencia. Será responsabilidad de maestros y directivos hacer cumplir las reglas, negociar democráticamente, escuchar, pero siempre estableciendo límites claros, pero siempre respetando, ya que el respeto se enseña siempre desde el ejemplo,”
Desde esta perspectiva el respeto en las aulas es completamente esencial para formar y moldear individuos que sepan respetar al resto de personas en un futuro.
Recordar que cuando respetamos a alguien estamos demostrando que vemos a esa persona tan valiosa o más que nosotros. Cuando somos respetuosos estamos trabajando también valores como la empatía, la sensibilidad y la atención.
El hogar y la escuela tienen la gran responsabilidad de inculcar estos valores al ser humano desde temprana edad. Los padres deben fomentarlo desde el momento mismo que llegan al mundo sus vástagos. La escuela es el segundo lugar donde se fomenta el respeto a los demás, ella recibe un niño con unas experiencias previas, las que debe moldear a la luz de los criterios éticos y morales que prevé el currículo concebido para la enseñanza.
El Área de Orientación de cada centro escolar tiene la gran tarea de programar acciones en base a estrategias bien concebidas para ir gradualmente inculcando estos valores que deberán servir para la formación integral de cada individuo para que sirva eficientemente a la sociedad.
Estas previsiones disminuyen las acciones conflictivas que a diario ocurren en la escuela de hoy donde están envueltos alumnos y profesores. Así la escuela recobra su credibilidad como institución formadora y vuelve a ser la institución a la cual la sociedad le confía la formación de sus hijos sin el temor de que puedan perder la vida por la falta de seguridad que se ha trasladado al espacio escolar desde las inseguras calles de la República Dominicana.