Opinión
San Juan atrapado/ Luis Ramón de los Santos
Es penoso ver, el que un día fuera "El granero del Sur" convertido en un amasijo de negocios de mala muerte, caldo de cultivo para actos delincuenciales, con una dirección política y administrativa inexistentes, voraz y repetitiva en la consumación de sus errores más penosos
Por: Luis Ramón de los Santos (Monchín)
San Juan De la Maguana se quedó atrapado entre cuatro paredes infames: el falso progreso, la improvisacion, la historia y los deseos.
Pueblo hermoso el mío, mutilado en su desarrollo gracias a la improvisacion, la rémora faraónica y el falso concepto que enmarca las más pretéritas aspiraciones de gente sin concepto de la historia, improvisada en el quehacer público y lo que es peor: rodeada de corifeos que aplauden sus dislates y aupan sus aspiraciones de seguir pariendo soluciones catastróficas.
San Juan se detuvo en medio de un desorden generalizado, vestido con el ropaje de un progreso que sólo evidenció la incapacidad institucional de hacer pagar los errores y lo que es peor: la continuidad de su ruina histórica tapada con el velo de un falso encarrilamiento del progreso.
Así vemos que los ejes que conformaron su pasado de gloria fueron criminalmente borrados sin que nadie se diera cuenta o advirtiera con tiempo que el patrimonio cultural de una ciudad es el mejor cimiento que se puede tener para conseeguir el verdadero despegue hacia metas más profundas y específicas.
Es penoso ver, el que un día fuera “El granero del Sur” convertido en un amasijo de negocios de mala muerte, caldo de cultivo para actos delincuenciales, con una dirección política y administrativa inexistentes, voraz y repetitiva en la consumación de sus errores más penosos.
Se han transformado sus mejores tradiciones, han hecho desaparecer sus casas históricas, patrimonio cultural de cualquier ciudad que se respete, han mutilado exprofeso las más elementales expresiones culturales, sabedores de que un pueblo de borregos es perfectamente manejable; y que no decir de sus monumentos icónicos hoy convertidos en discotecas ambulantes donde prima el desorden y la desfachatez evidentemente prohijadas por las administraciones edilicias.
No pretendo culpar enteramente a la sindicatura del desorden institucional que nos castra, culpables somos todos los sanjuaneros especialmente aquellos que han pecado por omisión o commission; aquellos que han visto pasar por el frente de su casa el cadáver de una ciudad que ya no tiene bibliotecas, que muere lentamente en su quehacer cultural y que se enorgullece de tener muchas discotecas, muchachitas núbiles embarazadas, expendio de drogas narcóticas, “matatanes” a los que hay que respetar so pena de recibir un tiro en la boca si se atreven a decir lo que ellos no quiere que se diga.
Yo recuerdo los tiempos en que el padre de un amigo tenia derecho de corregirte si faltabas y qué no decir del maestro de escuela con la autoridad suficiente para hacer que la letra y las buenas costumbres te entraran con o sin sangre.
Dentro de esa vorágine de cambios, la cultura tiene un papel estelar, pero lo tiene cuando se recibe el respaldo del gobierno bien sea nacional o provincial y de la familia, núcleo elemental de toda sociedad.
Mi pueblo, como todos los pueblos, tiene cuatro paredes; dentro de esas paredes se cuecen las habas que habrán de nutrirlo; no es cosa de negarse al progreso; es cosa de encausar ese progreso por mejores caminos donde tengan su espacio las tradiciones, la desarrabalizacion, la cultura bien encaminada, el respeto a los símbolos, y lo que considero más difícil: la dirección política honesta, sin creerse predestinados ni agarrados de la mano de Dios.
San Juan de la Maguana es un pueblo noble, y merece mejor suerte; merece por lo menos a gente que lo dirija con criterio, sin ínfulas de insustituibles; de gente que al llegar a los puestos dirigenciales se despojen del traje de crápula y se pongan el de gente seria, aunque les cueste trabajo; al fin y al cabo esa gente nos representará a todos, a los buenos y a los malos, a los que amamos la ciudad y sus entornos y a los que la han convertido en una plaza donde nadie sabe quien es quien, sin contenido histórico, con ausencia de valores culturales y lo que es peor: sin esperanza.
Tomado de Barrigaverde.net
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Excelente exposición, pero no sólo es San Juan que se ha convertido en corrupto o lo han convertido, también Neyba es un pueblo corrupto en Galván que lo he visitado por varios días , es un pueblo de gente que trabaja para tomar , no todos porque no voy a generaralizar pero da pena como niñas de 12 años andan en el parque con una vestimenta poco apropiada para una niña de esa edad , me pregunto ¿Dónde están los padres? Dios me da hasta vergüenza mirarlas. Dios tenga misericordia y nos ayude a tomar conciencia. Hay que fortalecer los valores en los hogares.