Por Américo Valenzuela Gerónimo
El pañuelo-kufiya- de origen palestino aparece abierto y extendido en este pesebre construido durante el presente fin de año por el Vaticano, y sobre él observamos el cuerpito del Niño Jesus acompañado del Papa Francisco.
La imagen aparecida en multiples medios de comunicación ha estremecido ciertas esferas, y llenado de alegrias a los pueblos del mundo.
Que el Vaticano y el Papa Francisco reconocen a Jesus como Palestino, la Iglesia está diciendo que en el lugar donde nació Jesús, sus hermanos están siendo asesinados en un terrible holocausto, la Iglesia está con los oprimidos, con los masacrados, que está al servicio de los explotados y desplazados.
Que manera tan elegante de condenar el genocidio del gobierno israeli contra un pueblo desarmado ha encontrado la Iglesia para expresar su condena a esa barbarie que ocurre en Gaza. Y que manera tan sabia de poner punto final a esa interrogante historica sobre el origen de Jesus.
Lo habia señalado con anterioridad el presidente de Colombia, Gustavo Petro: Natanyahu, el gobernante israeli, es el Herodes moderno. Hoy en dia este señor ha sido condenado por genocidio por la Corte Internacional de Justicia, y en su propio pais está siendo juzgado por corrupcion. Posiblemente no escape.
La señal del Pesebre del Vaticano ha de servir a las autoridades esclesiasticas nacionales para enmendar un error historico: el aceptar que la supuesta aparicion de la Virgen de Las Mercedes el dia 24 de Septiembre del 1493 en medio de una batalla de un mil 500 soldados españoles contra cien mil indigenas tainos fue para favorecer a los colonizadores y opresores españoles. Porque continuar promoviendolo asi entonces la Iglesia local no estária a favor de los pobres ni mucho menos de los oprimidos y tambien masacrados y desplazados.
