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Por ser homosexual detienen un mexicano-británico en Qatar
En Qatar rige la sharia (ley islámica) y las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo están prohibidas. Las leyes religiosas contemplan la pena de muerte a quien incurra en prácticas homosexuales, aunque no se conocen casos de personas que hayan recibido ese castigo
La cancillería mexicana prometió a los parientes de Manuel Guerrero, de 44 años y arrestado el 4 de febrero, coordinar acciones con la embajada británica en Doha para ocuparse del caso, declaró este miércoles a la AFP una fuente cercana al asunto.
Guerrero, empleado de una aerolínea en Catar, fue aprehendido por policías que habrían organizado una reunión a partir de un perfil falso en la aplicación de citas Grindr, popular en la comunidad LGBT, aseguró el martes a la AFP Enrique Guerrero, citando el testimonio de su hermano.
La AFP intentó comunicarse telefónicamente con la embajada de Catar en México este miércoles, pero no obtuvo respuesta.
Enrique Guerrero había reclamado el martes al gobierno de México un pronunciamiento “contundente que exija la liberación porque no es aceptable que un ciudadano mexicano y británico sea encarcelado por su orientación sexual”.
La embajada de México en Catar explicó el martes en un comunicado que las autoridades cataríes venían tratando el caso con el consulado británico, pues Guerrero estableció su residencia como nacional del Reino Unido.
Enrique Guerrero añadió que durante el arresto la policía escondió un cuarto de gramo de metanfetaminas en el apartamento de Manuel y sostuvo que es un modus operandi para encarcelar a personas homosexuales en Catar.
Ese país es blanco de críticas de organizaciones de derechos humanos por sus leyes que reprimen la homosexualidad.
Guerrero denunció que su hermano es sometido a “tortura psicológica” y privado de su tratamiento farmacológico para el VIH.
Además se ve obligado a denunciar a miembros de la comunidad LGBT en Catar y a escuchar cómo golpean a otros presos, según le contó Manuel, a quien ha visitado dos veces en prisión.
“Lo obligaron a firmar numerosos documentos en árabe que no entiende. No tenía intérprete ni abogado. Las embajadas nunca fueron informadas”, insistió.
Esta denuncia evoca el caso de la mexicana Paola Shietekat, quien fue acusada en 2022 de una relación extramatrimonial en Catar tras denunciar a un hombre por presunta agresión sexual. Esa acusación, dijo, la exponía a una pena de cárcel y a recibir latigazos.
Luego de la intervención del gobierno mexicano, la justicia catarí retiró los cargos contra Shietekat, quien trabajó en la organización del Mundial de fútbol de ese año.