Con escogencia JCE oposición y gobierno dan duro golpe al PLD

Román Jáquez. como presidente de esa entidad, es fruto de la estrategia tarazada por Abinader-Leonel

Mientras el partido de gobierno y otros partidos políticos de la oposición recomponen el tablero institucional del país, esta vez con la escogencia de los miembros dela Junta Central Electoral, el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) luce impotente.

Los otros golpes que le esperan al partido morado de la estrella amarilla será con la escogencia de la segunda mayoría en el senado, los integrante de la Cámara de Cuentas y la composición del Consejo Nacional de la Magistratura para el nombramiento de los jueces de las Altas Cortes.

Frente a esos restos el PLD parece no tener opciones ya que su capacidad de negociación parece estar oxidada luego del pasado por el poder del presidente Danilo Medina, quien se desprendió de una serie de aliados transaccionales de ese partido y finalmente provocó su división con la salida del mismo de doctor Leonel Fernández, quien fundó otra organización política, La Fuerza del Pueblo.

Un liderazgo poco atractivo

Mientras tanto la organización política sigue bajo la dirección de una figura gastada, sin prestigio y cuestionada como la de Temistocles Montás. Danilo Medina, que fue la figura principal del país en los últimos cuatro anos, ha optado por adoptar un bajo perfil.

La preparación de su Congreso, in embargo, es  la gran expectativa del momento. Se espera la emersión de nuevas figuras a nivel del liderazgo nacional y en los diferentes pueblos, o de lo contrario el PLD podría caer en una inercia que lo llevaría derecho a otro derrota electoral anticipada en 2024.

La falta de visión

Mientras en los gobiernos del doctor Leonel Fernández era notoria la actitud oficial de formalizar alianzas para fortalecer cada vez esa organización política, los dos mandatos de Danilo Medina se caracterizaron por romper estas alianzas. Están los casos de la Fuerza Nacional Progresista (FNP), Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) y Partido Demócrata Quisqueyano (PQD), que terminaron en las filas de la oposición.

Asimismo, el liderazgo danilista se concentró en sí mismo. El grupismo comenzó a carcomer al PLD. Quien no era danilsta no era tomado en cuenta en el gobierno y se perdió la visión de futuro. La consigna era o Danilo o nadie. Luego se cambió la estrategia: si no es Danilo tiene que ser un danilista que sea como el mismo Danilo.

Con esa postura no habría futuro ni para Leonel ni para nadie.

El cálculo, sin embargo, estuvo mal hecho. La política resiste proyecciones, planes, estrategias y todo tipo de manipulaciones, pero al final la última palabra la tiene las circunstancias. Llega un momento en que la coyuntura es como un río de hierro y nadie puede con ella.

El gobierno y la oposición “comen con su dama”, Danilo, llamado a ser el gran líder de la oposición, luce ausente, porque Danilo nunca fue líder del país, sino un armador, un artesano, el hombre que sabía como amarrar a lo interior del PLD, pero nunca fue teórico del acontecer nacional. Al menos ese no fue nunca su fuerte y parece que ahora tampoco lo será, a menos que decida ejercerlo pues tiene el liderazgo y la proyección suficiente para hacerlo.

Porque, la verdad, si el PLD no reacciona le esperan muchos golpes político  en el presente y en el futuro.

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