El velatorio y acto de sepelio del doctor Arturo Ramírez se llevó a cabo en Santo Domingo y con la presencia, solamente, de sus hijos, según supo este medio. El protocolo asumido habría sido para evitar que se produzcan aglomeraciones de personas y que ello, a su vez, contribuya a propagar el covid-19.
Además de los profesionales Aruro y José Emigdio Ramírez, le sobreviven sus hijos Tabaré Ramirez Martinez y Dulce Margarita Ramírez Martinez, así como su hija mayor Hilda Ramírez de Defilló.
El doctor Arturo Ramíre tenia 101 años de edad. Sus hermanos ( fallecidos) fueron: José del Carmen Ramírez (Mimisito) Dulce Ramirez, doctor Danilo Ramirez, Alcibiades Ramirez, Ramón Ramirez (Niño), doctor Wenceslao Ramirez (Juanito), Filda Ramirez vda. De los Santos, Rafael, Anaciado, Maria, Carmela Beltre, doctor. Juan Lopez y Gladys Lopez.
Le sobreviven sus hermanos: doctora Nidia Ramirez, Carmen Rosalía Ramirez , Pastora Miguelina Sánchez y Elita Ramírez. Otros hermanos son : Tulio Ramírez Aristy y Carmen Ramirez Aristy.
Aureola de grandeza personal
El doctor Arturo Ramírez fue uno de esos hombres raros en cualquier sociedad humana, que pese a su bajo perfil, la gente que lo trata siente que se encuentra frente a un gran hombre, o lo que se dice “una personalidad”. Tenía esa especial aureola que solo asoma en los grandes hombres de la humanidad : sereno, tranquilo, sensato, humilde.
Hace largos años que su nombre es tratado por los sanjuaneros como un gran monumento humano y en cada rincón del pueblo se le veneraba y respetaba como un gran ejemplo para la familia y la sociedad en general.
Nunca compró ni manejó un automóvil
Como una anécdota damos el dato de que Don Arturo Ramírez, pese a tener una economía holgada y todo el crédito que un ciudadano puede necesitar para desenvolverse en una sociedad capitalista, nunca compró un carro. La información la dio hace algún tiempo, en conversación entre amigos,su hijo Arturo Ramírez Martínez. Su padre siempre hizo toda sus diligencias a pies. Era un hombre culto, amante de la lectura y profesaba al pie de la letra su religión católica. Como profesional del derecho era altamente competente y respetado en los tribunales.
Sus adversarios lo reconocían como un hombre íntegro.
Nieto del general Wenceslao Ramírez
Según una nota que aparece en la página web del ayuntamiento de San Juan de la Maguana la primera familia en asentarse en esta ciudad fue la Ramírez, siendo considerado Wenceslao Ramírez y los hermanos Ramírez Roa los patriarcas de la ciudad de San Juan de la Maguana.
La familia Ramírez Fernández se ha caracterizado por su sencillez y humildad.
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