Opinión
Sin ningún ornamento que su nombre/ Sobieski de León
El Dr. Felipe Herrera Díaz, fue todo un caballero en el sentido clásico y perenne de la palabra
Por: Sobieski de León
Entusiasta y amante de la vida. Socialmente, fue útil y productivo. Un enamorado de su profesión de médico, ortopeda autodidacta al estilo de Carl Theodor Georg, en San Pedro de Macoris.
Resolvió muchos problemas médicos a la población en donde se desenvolvió y que atendió con esmero y dedicación.
Tuvo siempre palabras cariñosas para sus pacientes con una gran conciencia social de lo que hacía.
Cuando hablaba de Medicina, reconocíamos en el acto, que se cultivaba permanentemente y que estaba encima de los conceptos y actualidades del conocimiento y la praxis profesional.
Fue gran amigo y dilectante de su auditorio, cualquiera que fuere, una especie de chispa, de fuego encendido para quien le escuchaba.
Nunca le oí denigrar a nadie.
El Dr. Felipe Herrera Díaz, fue todo un caballero en el sentido clásico y perenne de la palabra.
Creo que podemos extender esta cualidad a la de padre, compañero y esposo.
Tenía un criterio maduro de las cosas.
En su paso por la vida fue, una meritoria biografía humana que dejó límpido su nombre, sin ningún otro adorno memorable que no fuera su propio nombre:
!Felipe Herrera!
Lamento mucho la muerte de mi amigo, y amigo de mi familia, Dr. Felipe Herrera.
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