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En Santiago unas 85 mujeres viven del transporte de pasajeros
Yubelkis Núñez Marte no ve la diferencia entre hombre y mujeres y dijo que ni siquiera en su casa se practica eso de discriminar por género
Santiago. De sus 56 años de vida, Yubelkis Núñez Marte cumplió 21 como conductora de una de las guaguas de la Oficina Metropolitana de Servicios de Autobuses.
“Esta es mi vida y me siento con suerte y muy orgullosa de lo que vengo haciendo por espacio de 21 años. Poner en mis manos la vida de los que se montan conmigo, cuando manejo una guagua de la Oficina Metropolitana de Servicios de Autobuses (OMSA) es para mí una responsabilidad”, expresa Núñez Marte.
Al igual que Yubelkis, se estima entre 85 y 90 el número de mujeres se dedican a las labores del oficio del transporte ya sea en rutas de concho, al servicio de Uber o a transportar niños a los colegios y escuelas. Y es que el sector del transporte que por muchos años fue tenido como una labor para hombres, hoy día ha tomado un nuevo giro y cada vez son más las mujeres que incursionan en ese oficio para sustentar a sus familias.
Yubelkis Núñez Marte no ve la diferencia entre hombre y mujeres y dijo que ni siquiera en su casa se practica eso de discriminar por género.
“En mi casa soy la única mujer y mi esposo y mi hijo saben muy bien que las tareas debemos repartirlas entre todos”, expresa.
Labores transporte
De las 85 trabajadoras del transporte, ocho damas llevaban un largo tiempo laborando como conductoras de los autobuses de la OMSA, aunque Núñez Marte asegura que solo ella queda en esas funciones. Entre 25 y 30 son taxistas de Uber.
En el concho tradicional hay 10 mujeres que se ganan la vida manejando una unidad vehicular en las distintas rutas con que cuenta el municipio cabecera de Santiago de los Caballeros y otras 35 en el transporte escolar.
Yanelba Hiciano decidió dar el paso hace cinco años, tras ver que su carro al que había dado a un hombre para que lo trabajara para la ruta CK, cada día llegaba más deteriorado.
La ruta permite transportar a usuarios desde el sector Cecara, atraviesa frente al hospital pediátrico Arturo Grullón y la gran Arena del Cibao, Pueblo Nuevo y concluye en el casco urbano de la ciudad.
Trabajo ha permitido a mujeres formar familias
Hiciano nunca ha visto el trabajo del concho como algo de asunto de género, sino como un oficio que resulta agotador, pues debe dedicarle más de diez horas al día. Al igual que ella, son muchas las mujeres que laboran en el concho en rutas como la CJ 27. También los autobuses de la OMSA cuentan con al menos cinco mujeres que se dedican a manejar las guaguas. Otro sector en el que en su mayoría son mujeres, es el de autobuses escolares.