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Con llamado de Peña Gómez se inició la guerra de abril del 1965
Porque me dio el pueblo el poder, al pueblo vengo a devolver lo que le pertenece

El 24 de abril se conmemora el 54 aniversario de La Guerra Civil Dominicana de 1965. La Guerra Civil Dominicana de 1965 constituye uno de los hechos más relevantes en la historia reciente de la República Dominicana. El conflicto se inicia cuando un grupo de oficiales jóvenes se propone restaurar el gobierno constitucional del destituido presidente Juan Bosch, primer gobierno elegido democráticamente en las urnas tras el ajusticiamiento del dictador Rafael Leonidas Trujillo.
El profesor Juan Bosch es derrocado siete meses después de haberse juramentado como presidente constitucional de la República fue el primer Presidente electo democráticamente luego de los 30 años de la dictadura Rafael Leonidas Trujillo, el 24 de septiembre de 1964, por una facción de las Fuerzas Armadas liderada por General Elías Wessin y Wessin.

Prohibía, además, los monopolios, la apropiación de extensivas tierras y otros tantos proyectos innovadores que provocaron que diversos sectores acusaran al profesor Bosch y a su gobierno de comunistas. Asestado el golpe, Bosch sale al exilio a la Isla de Puerto Rico.
Con el auspicio de los partidos minoritarios que perdieron en las elecciones de diciembre, las fuerzas armadas nombran un triunvirato para gobernar el país presidido por Emilio de los Santos e integrado por los doctores Ramón Tapia Espinal y Manuel Tavares Espaillat.
El 29 de noviembre de 1964 la Agrupación política 14 de junio se levanta en armas en las montañas dominicanas declarando la guerra abierta contra el triunvirato.




Con el ascenso de del Dr. Donald Reid Cabral a la presidencia del triunvirato la situación económica del País se deteriora; se llegan a acuerdos con el Fondo Monetario Internacional mientras que la miseria que sufrían los sectores marginados se agudiza.
Por otro lado la corrupción administrativa motivaron a un grupo de jóvenes oficiales que, bajo la coordinación del brillante y joven oficial Coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez, se sumieran en actividades conspirativas en los cuarteles con el fin de atender el clamor popular cada vez más poderoso exigiendo la Constitución del 63 sin elecciones, así hicieron sucumbir al triunvirato presidido por el Dr. Donald Reid Cabral.
Sábado 24 de Abril de 1965

Este llamado fue suficiente para que el pueblo se desbordara en las calles proclamando su apoyo a la acción y reclamando el retorno a la constitucionalidad. Un grupo de militares rebeldes leen una proclama donde exhortan al pueblo a respaldarlos. En la noche, Donald Reid Cabral habla al país con el fin de conseguir que los rebeldes depongan las armas.
Domingo 25 de abril

Esa misma noche se traslada el poder a una autoridad civil, en la persona del Dr. Rafael Molina Ureña como presidente provisional y quien había sido el Presidente del Senado durante el Gobierno de Juan Bosch. Momentos después se anuncia el reestablecimiento de la constitución del 1963 y el regreso del profesor Bosch ese mismo día desde Puerto Rico.

Las organizaciones populares exigen que se le entreguen armas al pueblo el cual ya se había volcado a celebrar el retorno de la institucionalidad al país.
Lunes 26 de Abril
Durante toda la mañana continuaron los bombardeos al Palacio Nacional y otras zonas de la ciudad. En la Base Militar de San Isidro a 40 kilómetros de la ciudad capital el General Elías Wessin y Wessin se mantiene firme preparando la entrada de sus tropas a Santo Domingo.
Martes 27 de Abril
La Marina de Guerra, hasta ese momento neutral en el conflicto, se une a las fuerzas del general Wessin, y sus barcos bombardean al palacio presidencial donde se encontraba el Presidente Provisional, Rafael Molina Ureña. La fuerza aérea arrecia sus bombardeos contra la ciudad. Para contrarrestar los bombardeos los constitucionalistas instruyen al pueblo a que ponga espejos encima de las casas para que los reflejos molesten a los aviones.
La presidencia provisional, emite un comunicado: “El Poder Ejecutivo hace de conocimiento público que en virtud de haberse establecido la vigencia de la constitución del 63 que consagra en su articulo 66 la imposibilidad de expulsar del país a ningún dominicano todos los nacionales que fueron arbitrariamente desterrados de la Republica pueden regresar libremente al suelo patrio, se hace observar al ex presidente Joaquín Balaguer que en esos momentos estaba exiliado que podía retornar a la brevedad posible al país para hacerle compañía a su madre que ya estaba en su lecho de muerte“.
Ante la gravedad de la situación, el presidente provisional Rafael Molina Ureña y miembros del alto mando constitucionalista entre los que se encontraban los coroneles Vinicio Fernández Pérez, Giovanni Gutiérrez, Rafael Fernández Domínguez entre otros, y varios dirigentes del Partido Revolucionario Dominicano, se dirigen a la Embajada Norteamericana para tratar de conseguir su mediación para lograr un acuerdo con los militares de San Isidro.
Luego de una acalorada discusión el embajador Norteamericano William Tapley Bennett el embajador llama por teléfono al Coronel Caamaño diciéndole que solo falta él en la reunión, Caamaño respondió Dígale a Wessin que detenga los bombardeos pero él (Bennett) les dice a los constitucionalistas Este no es el momento de negociar, sino de rendirse de inmediato el presidente provisional Rafael Molina Ureña, renunció y procedió a asilarse en la embajada de Colombia.
Igual camino siguieron otros dirigentes constitucionalistas. Cuando todos los oficiales militares salían del despacho del embajador norteamericano, El Coronel Francisco Alberto Caamaño Deño llegó y se detuvo en la puerta y le dijo: Permítame decirle que seguiremos la lucha suceda lo que suceda.
Al salir de la embajada Caamaño junto a otros colaboradores cercanos, se dirigió al puente Duarte donde las tropas de Wessin avanzaban hacia el centro de la ciudad.
La presencia de Caamaño junto a otros militares en el Puente levantó la moral de los combatientes e hicieron retroceder las fuerzas de Wessin. El profesor Juan Bosch desde Puerto Rico y ante la imposibilidad de regresar al país, delega sus derechos constitucionales al coronel Caamaño, y el congreso se reúne de emergencia y proclaman al Coronel Caamaño presidente de la República.
Miércoles 28 de Abril


Su misión alegada: proteger el perímetro de la embajada estadounidense y salvar la vida de los ciudadanos Norteamericanos y de otras nacionalidades que lo solicitasen
Ese día desembarcaron 400 infantes de la marina norteamericana e iniciaron la evacuación de los ciudadanos norteamericanos y de otras nacionalidades residentes en Santo Domingo.
En la noche del 28 de abril el embajador norteamericano enviaba un cable comentando sobre la situación el cual leía: “The generals at San Isidro were dejected, several were weeping, and one was histerically urging “retreat” (traducción libre: Los generales en San Isidro estaban deshauciados, algunos llorosos, y uno urgía histéricamente a “replegarse”). El embajador agregaba que “elementos castroides” se llevarían la victoria. Con este comentario la administración norteamericana se posicionaba en contra de la causa rebelde.
Se iniciaba una campaña de descrédito para las fuerzas rebeldes al invocar el sentimiento anticomunista.
En la memoria norteamericana aún estaba fresca la crisis de los misiles y el confrontamiento con Cuba y la Unión Soviética, y la opinión pública norteamericana debatía a diario los enfrentamientos en Vietnam.
Las noticias mundiales estaba enfocadas en la Guerra de Vietnam y en Santo Domingo. Es así que las agencias internacionales de prensa comienzan a difundir el 5 de Mayo una lista de 54 supuestos agentes del comunismo, infiltrados en el movimiento constitucionalista que según el gobierno Norteamericano pretendía convertir la República Dominicana en otra Cuba.
Jueves 29 de Abril
Los constitucionalistas toman por asalto la Fortaleza Ozama, con su arsenal de armamentos y hacen prisioneros a numerosos agentes de la policía. El CEFA y los sectores opuestos a la revolución acusan a las tropas de Caamaño a estar dominadas por comunistas.
Mientras tanto el entonces presidente de los Estados Unidos Lyndon B. Johnson afirmó “Los Estados Unidos no pueden y no van a permitir el establecimiento de gobiernos comunistas en el hemisferio occidental”
El Presidente Lyndon B. Johnson, acusando a la revolución constitucionalista de comunista ordena el desembarco de 42,420 marines en Santo Domingo con el propósito de controlar la situación.
Las tropas de EE.UU establecieron de inmediato un cordón de seguridad, dividiendo la ciudad en dos zonas, cercando la parte constitucionalista y a todos los combatientes que encontraba en la parte baja de la ciudad en la zona rebelde, denominaron Operación Limpieza al operativo.
Mientras esto sucedía, el Coronel Juan Maria Lora Fernández jefe del estado mayor del gobierno patriota hablando por Radio, alentaba a los combatientes, Desde la trinchera del honor los saludo en este día glorioso en que la patria pequeña se agiganta el enfrentar con sus hombres a la fuerza bruta de los Estados Unidos, pero si grande es nuestro enemigo mayor es nuestro arrojo y decisión de salvar a la patria y de volver limpia sin manchas y bochornos la dignidad de su bandera y la pureza de su escudo.
30 de Abril en Adelante
Llegó a Santo Domingo, John Bartlow Martin enviado especial de presidente Johnson bajo cuyos auspicios quedó disuelta la junta militar presidida por Benoit y se creó el Gobierno de Reconstrucción Nacional, bajo la presidencia del General Antonio Imbert Barreras quien de inmediato tomó juramento ante un juez de la Suprema Corte de Justicia y convocó una manifestación de respaldo a su gestión frente al edificio del congreso nacional.
Las palabras de Imbert al tomar posición fueron “Todo el pueblo dominicano sabe que yo no me encuentro dirigiendo el Gobierno de Reconstrucción Nacional por satisfacer las arduas ambiciones de poder, circunstancias ajenas a mi personal situación y a mi personales deseos pero revestidas de enormes trascendencias para el país, me colocaron en la obligación moral de aceptar el cargo que ahora ostento y desempeño, apenas estamos reorganizando las fuerzas armadas para comenzar una campaña ofensiva en contra los comunistas”.
Siguiendo los planes de Martin y las tropas estadounidenses, el general Imbert se puso de frente para dirigir la llamada “operación limpieza” en la zona norte de la capital donde se efectuó un riguroso ataque casa por casa contra los combatientes constitucionalistas, obligándolos a replegarse hacia la parte sur de la ciudad donde se encontraban el coronel Caamaño. La lucha por el control de la zona norte dejó un considerable número de bajas en el lado constitucionalista así como en la población civil.
Mientras el conflicto bélico en Santo Domingo se agudizaba, la opinión publica internacional comenzó a condenar la invasión militar norteamericana en República Dominicana, y comenzaron a producirse manifestaciones de protestas en casi todos los países de Latinoamérica.

En la reunión del Consejo de Seguridad interviene el embajador cubano Pérez Tabío, quien denuncia la agresión norteamericana en la patria de Máximo Gómez. Luego de la reunión el Secretario General de la Organización de Naciones Unidas ONU, señor U Thang, decide enviar observadores a Santo Domingo para que le informen de la situación. Ante la presión internacional los EE.UU convocan de urgencia a una reunión de la OEA, en la cual solicitan la creación de una fuerza interamericana de Paz para enviarla Santo Domingo. De esta forma la invasión militar yankee en Santo Domingo quedaría internacionalizada y amparada por la bandera de la OEA, disipando la idea de la existencia de una intervención unilateral y ocupación militar norteamericana.
La asamblea de la OEA aprobó el envío de una fuerza interamericana, comandada por el general brasileño Hugo Panasco Alvin e integrada por: 1,250 soldados de Brasil, 250 de Honduras, 170 de Nicaragua, 20 Policías de Costa Rica, y una Representación del Paraguay.
El 6 de Mayo el presidente de Francia De Gaulle criticaba la intervención, urgiendo al retiro de las tropas norteamericanas y anunciaba la posibilidad de reconocer al gobierno rebelde encabezado por Caamaño.
El asalto al Palacio Nacional

Ofensiva Yankee




El 28 de junio llegó al país el ex presidente Joaquín Balaguer con un permiso de 72 horas otorgado por el gobierno del general Antonio Imbert Barreras para ver a su madre enferma, al término de este, el Dr. Balaguer desafiando al general Imbert se negó a salir del país y manifestó su intención de presentarse como candidato presidencial, cuando todavía no había fecha para elecciones generales ni se sabía si se realizaría. En los días siguientes la prensa norteamericana comenzó a hacerse eco, de las aspiraciones presidenciales del Dr. Balaguer en la República Dominicana.
El 12 de julio se cumplían 41 años de la salida en 1924 de las tropas norteamericanas que habían invadido al país en 1916. Por tal motivo el gobierno constitucional y el frente de organizaciones democráticas realizaron una manifestación frente al Altar de la Patria durante el acto se le hizo un homenaje a Gregorio Urbano Gilbert, uno de los héroes de la resistencia armada a la invasión militar norteamericana de 1916. Gilbert siempre se mantuvo firme del lado de los constitucionalistas y condenaba la agresión norteamericana.
Informe de John Bartlow Martin






Negociaciones de Paz
A mediados del mes de agosto las negociaciones avanzaron y se perfilaron en un posible acuerdo entre los sectores en conflicto. El 30 de agosto se firmó un acuerdo con los auspicios de una comisión mediadora de la OEA titulada Acta Institucional, mediante el cual se escogió al Dr. Héctor García Godoy como presidente provisional y se acordó la celebración de elecciones presidenciales para el año siguiente. Con la firma del acta institucional quedó finalizada la guerra, se procedió a retirar las trincheras que limitaba la zona constitucionalista y se inició el desarme de la población por parte de las tropas estadounidenses.

Caamaño entrega la Presidencia
En una parte de su discurso dijo:
Porque me dio el pueblo el poder, al pueblo vengo a devolver lo que le pertenece. Ningún poder es legítimo si no es otorgado por el pueblo, cuya voluntad soberana es fuente de todo mandato público.
Fuente: Rafael Augusto Montás Ramírez, Almomento. Net, Google, y Wikipedia.
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