Seis religiosos católicos fueron secuestrados en el centro de Puerto Príncipe, la capital de Haití, en medio del deterioro de la seguridad en la empobrecida nación caribeña, confirmó este sábado una fuente de la Iglesia católica.
Los religiosos, miembros de la Congregación de los Hermanos del Sagrado Corazón, fueron secuestrados junto a un profesor que los acompañaba el viernes, de acuerdo con una fuente de la Iglesia católica consultada por EFE.
Los Hermanos del Sagrado Corazón son una congregación católica fundada el 30 de septiembre de 1821 por el padre André Coindre en Lyon, Francia. Sus constituciones fueron redactadas por el Venerable Hermano Policarpo y se basan en las de San Ignacio que a su vez provienen de la Regla de San Agustín.
Los hechos ocurrieron en las inmediaciones de la avenida Harry Truman, comúnmente conocida como Bicentnaire, una zona controlada desde 2018 por bandas fuertemente armadas que han estado imponiendo la ley día y noche en Haití, que atraviesa por una crisis en todos los órdenes, situación agravada por la inseguridad.
El pasado enero, seis monjas y otras dos personas fueron secuestradas en Puerto Príncipe y liberadas varios días después.
Desde 2018, Haití se enfrenta a un recrudecimiento de los casos de secuestro en un contexto de creciente inseguridad en el país, marcado por ataques armados, robos, violaciones y conflictos armados entre bandas, que han desplazado a más de 300,000 personas en el país, sin contar los cientos de personas que han huido de esta nación.
Según datos de la ONU, en 2023 fueron asesinadas en Haití 4,789 personas, 1,698 resultaron heridas y 2,490 secuestradas, siendo la tasa de homicidios en el país de 40.9 por 100,000, el doble del año anterior y una de las más altas del mundo.
El Consejo de Seguridad de la ONU autorizó en 2023 el envío de una misión de apoyo a la Policía Nacional de Haití, en respuesta a la solicitud manifestada por el primer ministro del país, Ariel Henry, en octubre de 2022 para erradicar a las bandas armadas, que actualmente controlan el 80 % de la capital.
La fuerza internacional será liderada por el Gobierno de Kenia, aunque el despliegue de la misión de seguridad está sufriendo retrasos, ya que el plan ha sido bloqueado por los tribunales kenianos.