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EDITORIAL: Hanoi y el Arco de Triunfo
EN LOS últimos días se han hecho públicas algunas críticas en contra de la Alcaldesa Hanoi Sánchez a quien algunos sanjuaneros, indignados, llevan a la hoguera bajo la acusación de dañar la imagen del Arco de Triunfo, que es un monumento ícono del pueblo de San Juan de la Maguana.
Resulta que cada año, desde que llegó al ayuntamiento, en el período navideño la alcaldesa se esmera en decorar el arco de triunfo y zona aledaña con una serie de objetos alusivos al período ya citado.Esa parte de la ciudad adquiere un toque especial y se convierte en un gran atractivo para la ciudadania y para quienes visitan la comarca. En verdad, un 98 por ciento de la población “vive” las innovaciones que hace Hanoi. En realidad, una abrumadora mayoría de los sanjuaneros aprueban todo lo que hace ella en aquel lugar de nuestra ciudad porque lo embellece, lo realza, lo revitaliza.
Pero como suele suceder con casi todo en la vida no todo el cien por ciento de la gente que vive en San Juan de la Maguana ve con buenos ojos la iniciativa de Hanoi. Básicamente lo que le critican es que cambie el color del Arco de Triunfo (que es blanco) y que le coloque algunos aditamentos. En la actualidad el Arco de Triunfo tiene en el frente una gigantesca tarjeta de navidad y está pintado con unas rayas rojas. ¿Qué tiene eso de malo? absolutamente nada. Todo lo contrario: hace del Arco un monumento aun mas atractivo. Es el centro de la fiesta de navidad.
A más de eso se trata de una acción transitoria. Dentro de un mes todo eso desaparece y el lugar vuelve a tener su fisonomía cotidiana.¿Qué se pierde? Nada.
Que los norteamericanos o los franceses no decoren en navidad sus monumentos eso no es asunto nuestro. ¿O acaso si ellos lo hicieran entonces estuviera bien que aquí también ocurriera lo mismo? Cuidado con eso.
El Arco de Triunfo tampoco es la tumba de los Padres de la Patria, ni el Panteón Nacional o Monumento funerario alguno. Es un lugar para festejar. Es más, hace muchos años es el sitio idóneo en donde los sanjuaneros hacen sus fiestas cotidianas, especialmente los fines de semana. Allí se bebe, se baila y se goza. Así que no estemos diciendo ahora que el Arco de Triunfo es una especie de Alta de la Patria. Nunca lo ha sido. Allí nadie, nunca, ha llevado un arreglo floral a la memoria de ningún héroe o mártir nacional o local. Vamos a estar claros en todo eso.
Hanoi Sánchez ha reinventado esa parte de la ciudad. Su imaginación, talento y capacidad profesional las ha puesto al servicio de su pueblo. Nunca antes se había hecho lo que ella le está regalado ahora a los sanjuaneros. No le pongamos bozal a buey que trilla, como dice un versículo de la Biblia. Antes no se hacía nada y ahora tenemos una zona iluminada, un ambiente exquisito, creado con amor pasión que eleva la imagen de nuestra ciudad.
Respetamos a los que disienten, pues están en su derecho; pero apoyamos plenamente lo que está haciendo Hanoi. Tiene nuestro respaldo pleno.