El Mundo
El aislamiento global de Venezuela se intensifica tras la Constituyente
La presión internacional sobre Venezuela es una montaña rusa. Constantes subidas y bajadas, giros inesperados y una permanente sensación de que todo es posible antes de volver al mismo punto, eso sí, con otra sacudida de por medio. Ahora, después de las elecciones a la Asamblea Nacional Constituyente, encarrila un nuevo pico. El híbrido que se esconde tras la comunidad internacional, que va desde la mayor potencia mundial hasta la Unión Europea, pasando por los países más poderosos América Latina, ha intensificado el aislamiento de Venezuela y estudia las consecuencias de aplicar sanciones que vayan más allá de los comunicados de condena al chavismo y evitar que este saque réditos. Estados Unidos incluyó a Maduro en la lista de sancionados por el Departamento del Tesoro. Mientras el tiempo pasa, lo único que no tiene freno es el número de muertos y la insostenible crisis humanitaria que se vive en Venezuela.
Las críticas a las elecciones del domingo no se hicieron esperar. Muchos países ya habían condenado la celebración de los comicios. Algunos incluso anunciaron de antemano que no reconocerían los resultados. Otros, lo hicieron después. Hasta el mediodía del lunes se habían pronunciado al menos 27 países sobre la jornada electoral en la que el chavismo anunció una rotunda victoria, con más de ocho millones de votos. Tan abultada resultó que los ataques ya no solo se limitaron a la mera consumación de la Constituyente, sino que pusieron en duda al Consejo Nacional Electoral y la posibilidad de que Maduro haya logrado un triunfo similar al de Hugo Chávez en 2012.