Opinión
CASSANDRO FORTUNA /El movimiento verde…político hasta el tuétano
Por: Cassandro Fortuna M.A.
El autor es abogado y tiene una Maestría en Derecho Internacional
Todos los gobiernos del mundo tienen sus enemigos. El gobierno que preside Danilo Medina no es la excepción. Sus enemigos (no adversarios, sino enemigos) han estructurado un movimiento con el fin de dañar su imagen al máximo con dos fines fundamentales. El primero, debilitarlo para que baje el tono frente a los chupa sangre dueños de las generadoras eléctricas, que no quieren que se materialice, en la forma que está concebido el proyecto Punta Catalina, y el segundo con fines puramente electorales de sacar del poder al Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
Por esas dos razones se estructuró el llamado Movimiento Verde, que ya ha hecho varias marchas en las que se han gastado millones de pesos.
Naturalmente, los organizadores del Movimiento Verde no dicen que esos son sus motivos. No. ES una idea muy bien camuflada. Ellos dicen que e un movimiento contra la impunidad y la corrupción. Así suena más bonito y de paso motivan a la gente buena y honesta de nuestro país a integrarse a una iniciativa que luce espontánea, sana, cívica, portadora de los mejores intereses nacionales.
En esa coyuntura gente corrupta, mala, perversa, también se integran al movimiento verde y procuran limpiar su imagen. Solo tienen que ponerse una franela verde, una gorra verde y tomar en sus manos una bandera verde y meterse entre la muchedumbre y ¡bingo! ya son patriotas e inmaculados ciudadanos . Es decir que se trata de un movimiento donde se juntan mansos y cimarrones.
Pero ¿dónde se percibe con claridad meridiana la cojera de este movimiento? En que todos sus cañones están enfilados en contra del gobierno que pretenden desacreditar. Un movimiento cívico genuino jamás debe centralizar sus acciones contra el gobierno de turno. Debe ser más legítimo. Por eso el Movimiento Verde es básicamente un instrumento de la oposición política y de los enemigos del gobierno de Danilo Medina. Todos los que objetan el actual régimen o participan directamente en el movimiento o lo apoyan económicamente y moralmente.
Luis Abinader, ex candidato presidencial por el PRM, participa en la marcha verde |
Si este fuera un movimiento cívico de verdad no solo estaría en contra de la impunidad y la corrupción; sino que con el mismo entusiasmo, con la misma pasión, y con el mismo activismo, pedirían que fueran llevados a la cárcel los autores intelectuales de los asesinatos de Orlando Martínez y Gregorio García Castro. Con el mismo fervor condenarían que a un año del asesinato del ex rector Mateo Aquino Febrillet el imputado Blas Peralta no ha sido procesado y la causa se ha reenviado 15 veces en un año. Con la misma entereza reclamarían que se haga justicia en el caso de la niña Carla Masiel, secuestrada y asesinada para quitarle sus órganos y su caso está en una especie de limbo, por el cual nadie se interesa. Pero hay más, ¿por qué ese movimiento no se ha interesado porque se aclare ya el misterio que envuelve a la suspendida jueza Awilda Beltré y al también suspendido consejero judicial Arias Valera? Se trata de un caso en el que, por demás, está cuestionada, hasta la coronilla, la persona del presidente de la Suprema Corte de Justicia. ¿Por qué no se interesan por esos y otros casos de gran importancia nacional?
La respuesta se cae de la mata. Esos casos no les interesa a los autores intelectuales del Movimiento verde.A este movimiento solo le interesa perjudicar al máximo la imagen de este gobierno, y doy un peso a cabo de túbano, que si logran su objetivo se desaparecerán para siempre.
Para alguno podría sonar muy duro, pero el movimiento verde es un movimiento coyuntural, muy bien financiado., con unos fines muy específicos. No es casual que hayan propagado la consigna de que el actual gobierno es el más malo y corrupto que ha tenido nuestro país en toda su historia, sabiendo que le están mintiendo al país. Como quieren engañar a las nuevas generaciones pretenden confundirlas estableciendo que los gobiernos de Trujillo, Balaguer, Jorge Blanco e Hipólito Mejía fueron mejores que el de Danilo Medina, aunque saben que no es verdad. Pero, ya se sabe que “calumnia, calumnia, que algo queda”.
El derroche de recursos de que ha hecho gala el Movimiento Verde revela claramente que está financiado por sectores poderosos económicamente que proporcionan millares de franelas, gorras, banderas, pancartas, transporte y refrigerio a miles de personas, una buena parte de ellas tontos útiles, para crear una burbuja socio-política opositora al gobierno con fines espurios.
El movimiento verde, mezcla de mansos y cimarrones, es un movimiento político de cabo a rabo, con fines muy específico. A mí que no me vengan con cuentos de camino.