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Opinión: La política barata de ciertos funcionarios y políticos dominicanos

Por: Emerson Fortuna Batista

Relativamente están lejos las elecciones
presidenciales, congresuales y municipales, y desde ya se ven apareciendo en la
palestra pública, los que nos engañaron, los que nos usaron, conviviendo con
los ciudadanos, incluyendo los que los apoyaron en un momento dado, y que
después de haber logrado su cometido los olvidaron (o hablando claro,
simplemente no le dieron las ganas de ayudarlos) como demagogos que son,
entonces dejaron el papel de amigos, con esas personas aguerridas que se merecían
ahora el apoyo de ellos, y así, estos trabajaron solo para estar cansados.

Pues ahora vuelven como si no ha pasado nada, con esas
personas que estuvieron en pie de guerra, y se esconden, se pierden y no hay
forma de verlos en los cargos “públicos” como si solo les interesara ser
funcionario esa única vez.


Y solo dicen: “un grupo más molesto con el gobierno”
un pensamiento mezquino, un hombre o mujer que debería ser descalificado por su
falta de calidad humana.


Esos políticos de pacotilla, buenos para nada, y que
hacen que a los políticos buenos los metan en el mismo saco de los que
gobiernan o aspiran a
 gobernar desde las diferentes instituciones
del Estado, el país, y los indolentes, vuelven la política en politiquería, en
un disparate, temas de burla, de molestia y hazme reír de la sociedad.

La sociedad, que es la que vota, que son “a los que se
les mete en la cabeza” que ya no se puede creer en los demás.


Que para votar solo se puede hacer entre el malo y el
menos malo.


Y esa forma de pensar no está bien, peros es que nos
arrastran a pensar así, porque es lo que vemos, lo que recibimos de esos
asqueantes seres (y repito no son todos, pero al que le sirva el zapato que se
lo ponga).


Como muchos que fueron y ya no son, o pronto ya no lo
serán, y añoran volver o quedarse, y ahora vuelven a recordarte, a valorarte, a
alabarte como antes, cuando no eran nada, como ahora que tampoco lo son.


Pero se les olvida que cuando estuvieron en sus
cargos, luego de ser llevados allí por nosotros (con gran esfuerzo y
sacrificios), no nos apoyaron, y  así
tuvimos que continuar nuestras vidas de antes, nos valimos de nosotros mismos,
y ahora nos toca enseñarle que los que no estamos para ellos somos nosotros.Esos
funcionarios, se enriquecen, su familia cambia su estilo de vida a excelente,
se dan lo que se llama la gran vida. Y los que trabajaron para también cambiar
su estatus, solo les resta esperar que en una próxima vez no los dejen en el
olvido.


Esos funcionarios (y asistentes de los mismos) que
usan los recursos humanos (personas específicamente) para luego dejarlos en la
inopia total. Que ya sabemos cuáles son,  y están en la mira, para
que al que no le llegó en “memo” aclarárselo directamente por nombre, apellido
y aspiraciones.


Si vuelven con los mismos disparates entre otros,
aparezcan, que los estaremos esperando.

El autor es abogado

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