| Roberto Rodríguez Marchena, vocero de la presidencia, da a conocer el rechazo del gobierno a la sentencia de la CIDH. |
El gobierno dominicano rechazó, en buena lid, la sentencia de la Corte Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) tras considerarla extemporánea,sesgada e inoportuna. La misma actitud de rechazo se percibe en todo el territorio nacional.Algunos de los principales líderes del país se han sumado a esta posición.
En verdad la CIDH cometió un solo y grave exceso: entrometerse en los asuntos internos del país, dándonos ordenes sobre lo que debe hacer la Repúiblica Dominicana con lo que ignora nuestra condición de Estado soberano.
El gobierno no podía pasar por alto ese desliz y ha respondido con altura, dignidad y oportunamente.
Asimismo la CIDH hizo de su sentencia lo que en dominicano se llama un “arroz con mango” con lo cual retorció su decisión, por lo que el gobierno la califica de “sesgada”. Inoprotuna y extempránea lo es per se.
Con relación a la forma en que se realizaron las deportaciones la CIDH tiene razón porque a los haitianos deportados en 1999 se le violaron todos sus derechos. Violar derechos es un asunto cotidiano en los países con escaso desarrollo institucional, y eso lo saben hasta los chinos de Bonao.
Tales haitianos fueron apresados sin que mediara la presencia de ningún representante del Ministerio Público, no se les hizo ninguna audiencia preliminar para escuchar sus alegatos, nadie miró los papeles que estaban enseñando, no se les dio alimento, ni agua; los separaron de sus familiares. Entre los deportados habían algunos niños y niñas haitianos que recibieron el mismo trato que los adultos, y se violaron así algunos de los derechos de niñas y niños contemplados en convenciones y acuerdos internacionales, etc.
LA FALTA DE COORDINACION INSTITUCIONAL
Esos asuntos, que son más bien de forma, se producen por la falta de coordinación entre las instituciones que tienen que ver con el asunto de la migración extranjera,especialmente la haitiana. Es necesario que haya coordinación entre Cancillería, como responsable del servicio exterior, la Dirección de Migración, que se entiende con el ingreso del extranjero al país, y el ejército dominicano que tiene el control de los chequeos para regular el ingreso de extranjeros al país (no solo de haitianos, porque al territorio nacional, vía Haití, ingresan rusos, árabes, chinos, etc).
Esta coordinación permitiría que se le pueda dar un tratamiento homogéneo al asunto de la migración aplicando una serie de medidas coordinadas que impidan la violación del derecho internacional y que se nos continúe condenando en los tribunales internacionales.Mientras cada una de las entidades citadas actúe por cuenta propia no será posible la implementación de una política coherente y eficaz que nos libre de cuestionamientos internacionales.
