Varios regidores y la Alcaldesa del Ayuntamiento de San Juan de la Maguana viajaran próximamente a Canadá y el anuncio de ese evento ha provocado una tormenta en un vaso de agua en ciertos estamentos de la opinión pública sanjuanera.
Luego de 1978, cuando la democracia se instaló en nuestro país, tras la derrota del Partido Reformista, las decisiones del cabildo comenzaron a estar en la picota pública, cosa que no pasaba en la era de Balaguer.
En el caso que nos ocupa, que varios ediles y la ejecutiva municipal viajarán al referido estado norteamericano (que no es el Reino de Canadá, como se ha dicho erróneamente en algunos medios, pues Canadá no tiene rey ni reina), lo que procede es que nuestros concejales le expliquen, con transparencia, al pueblo que los eligió a qué van a esa nación (si es que van a viajar con fondos del cabildo, pues si es con sus propios fondos no tienen que aclararle nada a nadie, porque esa es parte de su vida privada que a nadie le importa, ni le debe importar).
Pero si se van de viaje con fondos públicos, ya es otra cosa. Deben decir a qué van, con pelos y señales para evitar especulaciones innecesarias.
Hasta ahora la opinión pública tiene la percepción de que nuestros ediles que van de viaje lo harán con fondos del Ayuntamiento, en una travesía de placer que en nada beneficia el municipio que representan. Por eso es buena la aclaración.
Ya la gente cree que el viaje referido es para poner en bandeja de plata el oro de San Juan de la Maguana, a esas compañías canadienses dedicadas a la minería.En fin, es mucho lo se está especulando, y eso pone en juego la buena imagen pública de mucha gente honorable de la sala capitular de la Corporación edilicia. Si no es mucha molestia edifiquen lo mejor posible a la opinión pública y a Dios que reparta suerte.
