Adriano Berigüete mientras recibía atenciones médicas en el hospital doctor Alejandro Cabral (Fotos Cortesía de Héctor Solis, El Diario de San Juan) |
SAN JUAN DE LA MAGUANA.-La muerte de Adriano Berigüete Perez (Adriano Music), de 38 años de edad, ocurrida la madrugada del pasado martes tras recibir varias puñaladas, pero se ha comentado que se pudo haber evitado su muerte si al llegar sangrando al hospital doctor Alejandro Cabral, en lugar de solo curarle las heridas, le hubieran hecho una oportuna transfusión de sangre.
Hasta el momento de redactar esta información se desconoce quienes formaron parte del cuerpo médico y paramédico que lo atendió cuando fue ingresado al citado centro de salud estatal y por qué no le hicieron una transfusión de sangre, con lo cual se le habría salvado la vida.
Wikipedia, la Enciclopedia libre, lo expresa así:” El choque hipovolémico, a menudo llamado shock hemorrágico,un síndrome complejo que se desarrolla cuando el volumen sanguíneo circulante baja a tal punto que el corazón se vuelve incapaz de bombear suficiente sangre al cuerpo.1 Es un estado clínico en el cual la cantidad de sangre que llega a las células es insuficiente para que estas puedan realizar sus funciones. Este tipo de choque puede hacer que muchos órganos dejen de funcionar, por lo tanto, el choque hipovolémico es una emergencia médica.
Tal apreciación se desprende del hecho de que el certificado médico legal No. 0228/2018, emitido por el doctor Jimmy Arias, médico legista, expresa que su muerte se debió a un “shock hemorrágico”(también se le llama hipovolemia). Ello implica que por causa de las heridas recibidas Adriano Berigüete perdió mucha sangre lo que provocó que ciertas células de su cuerpo dejaran de funcionar ya que le sangre que les llegaba era insuficiente. Por esa misma situación muchos de sus órganos también dejaron de funcionar. La disminución del volumen sanguíneo le provocó el shock hemorrágico que le provocó la muerte. El suyo constituía uno de esos casos llamados de “urgencia médica”.
Otra imagen de Berigüete al ser asistido en el hospital el Estado (Fotos Cortesía de Héctor Solis, El Diario de San Juan) |
Wikipedia, la Enciclopedia libre, lo expresa así:” El choque hipovolémico, a menudo llamado shock hemorrágico,un síndrome complejo que se desarrolla cuando el volumen sanguíneo circulante baja a tal punto que el corazón se vuelve incapaz de bombear suficiente sangre al cuerpo.1 Es un estado clínico en el cual la cantidad de sangre que llega a las células es insuficiente para que estas puedan realizar sus funciones. Este tipo de choque puede hacer que muchos órganos dejen de funcionar, por lo tanto, el choque hipovolémico es una emergencia médica.
El término hipovolemia significa disminución del volumen, en este caso, sanguíneo. La hemorragia es la causa más común por la que un individuo puede caer en hipovolemia y luego en choque, ya que disminuye la presión arterial media de llenado del corazón por una disminución del retorno venoso. Debido a esto, el gasto cardíaco, es decir, la cantidad de sangre que sale del corazón por cada minuto, cae por debajo de los niveles normales. Es de notarse que la hemorragia puede producir todos los grados del choque desde la disminución mínima del gasto cardíaco hasta la supresión casi completa del mismo.
Se sabe que a una persona se le puede extraer hasta un 10 % del volumen sanguíneo sin efectos importantes sobre la presión sanguínea ni el gasto cardíaco. Sin embargo, la pérdida mayor de un 20 % del volumen normal de sangre causa un choque hipovolémico.1 Cuanto mayor y más rápida sea la pérdida de sangre, más severos serán los síntomas”.
Las fotos que aparecen en esta publicación demuestran claramente que Adriano Berigüete no murió por las heridas, sino por la falta de sangre. Este fue herido aproximadamente a la 1 y 13 de la madrugada, según dijo a El Granero del Sur un testigo ocular de los hechos. Su deceso se produjo alrededor de las dos de la madrugada,y le fue avisada oficialmente a la policía local a las 6 y 20 de la mañana. Quiere decir esto, si nos apoyamos en esos datos, que Adriano Berigüete estuvo vivo por alrededor de dos horas, lo que quiere decir que vivió tiempo más que suficiente para salvarle la vida. A esto hay que añadir que la policía nacional cuando acudió al lugar de los hechos el cuerpo de Berigüete estaba tirado en el suelo, herido, y los agentes policiales, inexplicablemente, impedían que lo levantaran. El asunto fue tan chocante, que según un testigo, su mismo agresor, Rafelín Segura Valdez, pedía que llevaran a Adriano Berigüete a un centro de salud.
Adriano Berigüete fue agredido en la madrugada del martes por el joven Rafael Ernesto Segura Valdez (Rafelín), quien le dio varias puñaladas en diferentes partes el cuerpo. El hecho se produjo cuando Segura Valdez, estudiante de 26 años de edad, llegó al puesto de venta de Chimi de Adriano Berigüete y sin mediar palabras agredió con un machete a una persona que se estaba comiendo un chimi en el negocio propiedad de Berigüete. Ante esa situación este último reaccionó, y según testigos se metió en el pleito con el interés de evitar una tragedia. Sin embargo, el joven Segura Valdez, reaccionó con violencia y le dio varias estocadas con un puñal. Eso quiere decir, de acuerdo al informe policial enviado a este medio digital, que cuandoSegura Valdez llegó al puesto de venta de chimi estaba armado con un machete de 20 pulgadas y un puñal de 15.
Tan pronto Berigüete Perez fue herido varias personas lo llevaron al hospital que está ubicado a solo una cuadra del lugar de los hechos. Según se ha dicho la riña en la que resultó herido Berigüete Pérez se inició a eso de las dos de la madrugada. Este murió a las seis de la mañana. Es decir, cuatro horas después.
Su muerte ha provocado una gran consternación entre los residentes en las inmediaciones e la calle 19 de abril con Eusebio Puello. Según ellos este era un joven tranquilo, humilde y pacífico que cada noche instalaba una mesa en la cual preparaba chimis que eran consumidos principalmente por los clientes de varios establecimientos de bebidas alcohólicas que hay en la misma zona.
Fotos: Cortesía de Héctor Solis
El Diario de San Juan