Amable Aristy aclara chismes que perjudican su imagen

El senador Amable Aristy Castro defendió ayer su honestidad y aclaró que cuando incursionó en la política, con alrededor de 30 años, ya poseía una estación de expendio de gasolina y era representante de una prestigiosa firma distribuidora de vehículos de motor y motocicletas.
A continuación el texto íntegro de la carta enviada al director de este medio.

“Señor BIENVENIDO ALVAREZ VEGA,
Director del Periódico Hoy.
Ciudad

Distinguido Señor Director:

Sirvan los siguientes términos para, luego de expresarle nuestra sincera admiración y estima y el reconocimiento a la amplia y efectiva labor que realiza el medio informativo bajo su muy digna Dirección, expresarle que el motivo de la presente tiene por objeto, más allá de la reconocida prerrogativa que en el orden normativo nos asiste, y que es sobradamente de su elevado conocimiento, razones morales y apego a la verdad histórica y a mi trayectoria personal, pública y privada, que me obligan a referirme a la publicación que bajo el título “Termina el reinado de 30 años de Amable Aristy y zonas aledañas”, fuera publicado en fecha 8 de julio de los cursantes, en las páginas 1 y 12-A del Periódico Hoy, bajo la firma de la destacada periodista Loyda Peña, digna de nuestra alta consideración y estima, pero quien en su escrito incurre en inexactitudes que nos consideramos en interés nuestro honor, el de nuestra familia y el del muy amado pueblo Altagraciano, enmendar.

La periodista Peña, tras referirse a nosotros como “alumno aventajado del fenecido expresidente Joaquín Balaguer”, calificativo que nos honra, hace referencia a nuestro origen humilde, del cual también me siento honrado, pero omite la realidad que cuando incursionamos en la política, teniendo alrededor de 30 años, ya éramos, como resultado merecido de nuestro incansable esfuerzo, un comerciante, propietario de estación de expendio de gasolina y representante de una de las más prestigiosas firmas comerciales distribuidora de vehículos de motor y motocicletas, que previo a nuestra incursión en política ya nos había otorgado bien ganados reconocimientos por las metas alcanzadas.

Es decir, nuestra incansable labor en estas áreas, acompañado del esfuerzo de una familia honesta y ejemplar, no obstante la pasión, el entusiasmo y la entrega que siempre hemos tenido en la actividad política, jamás ha cesado, garantizándole a Usted, al pueblo Altagraciano y al país que jamás hemos propiciado o beneficiado nuestras actividades comerciales con nuestras posiciones políticas, las que siempre hemos ejercido no solo haciendo uso de incuestionables derechos ciudadanos sino compitiendo en todos los terrenos y frente a adversarios circunstanciales de muy variadas dimensiones, resultando victorioso hasta el momento que el mismo pueblo que durante 38 años me ofreció su mayoritario respaldo entendió que era el momento de la escogencia de un distinguido médico de esta provincia cuyas excepcionales virtudes soy el primero en reconocer.

Me inclino reverente frente al apoyo que siempre hemos recibido, incluyendo en esta última contienda electoral del pueblo Altagraciano, que nos otorgó, en condiciones excepcionalmente desiguales y estando como candidato en una sola de las 27 casillas de la boleta electoral, único caso en el país, la suma de 25,276 votos, equivalente al 28.80 por ciento de las votaciones, lo que nos permitió superar al candidato a Senador por el Partido de la Liberación Dominicana y sus 8 aliados.

Expuesto lo anterior, es de nuestro mayor interés sin embargo referirnos a imputaciones que consideramos no solo absolutamente erróneas sino, y sobre todo, injustas e inmerecidas que se hacen en el escrito que motiva las presentes aclaraciones.

Procesos judiciales. Me refiero particularmente a lo siguiente:

1) Afirma la periodista Peña que “durante su trayectoria política Aristy Castro ha sido objeto de imputaciones de actos reñidos con la ley pero nunca ha sido llevado a la justicia ni se le ha probado nada. En abril del año 2011 la Cámara de Diputados envió a la Cámara de Cuentas una solicitud de Juicio Político contra él por presuntas irregularidades en el manejo de las arcas de la LMD su caso fue archivado debido a su inmunidad parlamentaría”.

Al respecto, señor Director, deseamos dejar constancia que nunca jamás la Cámara de Diputados solicitó Juicio Político en nuestra contra, así como tampoco es cierto que nunca fuimos sometido a la acción de la justicia.

Muy por el contrario, en un acto de evidente revanchismo político, tras nosotros haber apoyado en las elecciones del año 2012 la candidatura presidencial de nuestro entrañable amigo Ingeniero Hipólito Mejía, y ostentando la condición de Senador de la República, fuimos acusado por el entonces Procurador General de la República, ante la Suprema Corte de Justicia por la supuesta comisión de actos contrarios a las disposiciones legales vigentes.

Tras el cumplimiento de todos los procedimientos legales, se dispuso por decisión del Juez competente el archivo de nuestro caso, y no conforme con el mismo el Procurador General de la República elevó un recurso en contra de esa decisión de archivo por ante la Honorable Sala de la Cámara Penal de nuestra Suprema Corte de Justicia, que tras ponderar suficientemente todas las pruebas y alegatos, rechazó el recurso interpuesto, pero, en una demostración mayor de inconformidad el Procurador General de la República recurrió de nuevo, esta vez por ante el Pleno de la propia Suprema Corte de Justicia, que confirmó las anteriores decisiones lo que implica que también desestimo las injustas imputaciones en nuestra contra.

Es necesario resaltar, que no obstante tres decisiones, y en un caso sin precedentes, a nuestro entender expresión evidente del marcado interés político persecutorio, la Procuraduría General de la República llevó el caso por ante el Tribunal Constitucional, alta corte, de incuestionable prestigio y pulcritud que también falló o decidió a nuestro favor, por lo que, con todo respeto y humildad tenemos que corregir a la periodista Loyda Peña en el sentido de que “nada pasó”, frente a las injustas acusaciones de supuestas malversación de fondos públicos, desfalco, prevaricación, asociación de malhechores y nepotismo de que fuéramos víctima. Como se ve, pasó, y pasó mucho. Fuimos sometidos a un injusto calvario que solo Dios y mi familia saben.

2) En relación a que fuimos privados del visado para ingresar a territorio de los Estados Unidos por supuesta vinculación al tráfico de drogas y lavado de dinero proveniente de actividades ilícitas, nos vemos compelidos a señalar que si bien es cierto el gobierno de los Estados Unidos, en uso de sus innegables y soberanas facultades nos privó durante un tiempo de dicho visado, preciso es señalar que en un caso, que tal vez también carece de precedentes, dicha decisión fue absolutamente revocada, lo que significa a todas luces que los motivos que dieron origen, a la decisión de privación del visado los cuales hasta el día de hoy desconocemos, tras una amplia y exhaustiva ponderación de los organismos competentes, pudo ser verificado que no se correspondían con lo señalado por la periodista Peña, así como ninguna otra actuación ilícita, lo cual no solo nos satisface, sino que lejos de vanagloriarnos provoca nuestra mayor admiración a los Estados Unidos de América.

Nuestras aspiraciones, desde la primera vez que nos postulamos a un cargo electivo, en el año 1982, la hemos puesto bajo la voluntad de Dios, la Virgen de la Altagracia y el pueblo Altagraciano. Han sido Ellos, a nuestro humilde entender quienes siempre han decidido, no obstante, nuestros esfuerzos.
Esta vez, que no es la excepción, también así ha sido y soy firme en admitir a plenitud la expresión bíblica en el sentido que “a los que Dios aman todas las cosas le ayudan a bien”.

Al agradecer la debida atención a la presente, le reitero a Usted, al periódico que tan ejemplarmente dirige y a la licenciada Loyda Peña, nuestras expresiones de alta consideración y estima.

Muy atentamente,

LCDO. AMABLE ARISTY CASTRO.

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