Albert Einstein es recordado como una de las mentes más brillantes del mundo. La teoría de la relatividad es todavía la base para los estudios científicos más modernos. Pero además de amar la ciencia, Einstein estuvo profundamente enamorado de su primera esposa,Mileva Marić Einstein. Lo que sabemos de ella es más que nada por la correspondencia que mantuvieron. Algunos dicen que Mileva fue coautora de la teoría de la relatividad pero no recibió reconocimiento, aunque es muy difícil probarlo.
En la correspondencia que mantuvieron Einstein lo llama «nuestro trabajo», pero de acuerdo a las temáticas que tratan en las cartas, no se ve que ella realmente tuviera el gran conocimiento en física de su esposo. Aún así, quizás no lo hablaran en cartas, por lo que la duda siempre quedará pendiente.
Una gran matemática
Desde muy temprano el padre de Mileva Marić reconoció el talento de su hija. Fue enviada a varias escuelas donde desarrolló el conocimiento matemático y fue aceptada a los 15 años en el Royal Classical High School, hasta el momento solo para hombres. Cuando se graduó dos años después tenía las notas más altas en física y matemática.
Fue una de las primeras mujeres en estudiar física en una universidad Europea, lo que obviamente le acarreó problemas. En la época todavía era mal visto que mujeres tomaran ese rol en la sociedad y salieran de sus hogares.
¿Cómo se conocieron?
Einstein y Marić se conocieron en un curso donde ella era la única mujer. Obtuvo un puntaje mayor que él en matemáticas y más tarde, el mismo puntaje en Física. El científico la consideraba una igual, debido a su enorme intelecto.
Para cuando comenzó su relación con Einstein su carrera comenzó a descender. Por un lado, quedó embarazada en 1901. Por el otro, tuvo un trato desigual por parte de los examinadores. Reprobó un examen donde antes había sido excelente y los historiadores parecen estar de acuerdo en que es extraño que la única mujer en la clase, con notas brillantes hasta el momento, perdiera el curso.
En 1903 se casaron, a pesar de las protestas de su entorno. Pero para 1914 el amor se había desvanecido, tanto que Einstein le puso condiciones para seguir con la relación, entre ellas que mantuviera en orden su ropa, sus comidas y que no tuviera ningún acercamiento a él a menos que lo solicitase o para apariciones públicas que lo requirieran. Para cuando se divorciaron en 1919, Einstein había tenido un romance de siete años con su futura segunda esposa.
Nunca sabremos realmente cuál fue su influencia en la ciencia, debido a que las oportunidades todavía no eran las mismas para las mujeres. Mientras Albert Einsteincontinuó con su carrera, los trabajos asignados socialmente a las mujeres en esa época le impidieron a Marić mostrar su verdadero potencial.
