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EDITORIAL: LA VERDAD SOBRE LA MUERTE DE ADRIANO MUSIC
La madrugada del martes pasado, que era 27 de marzo, en el hospital público de la ciudad de San Juan de la Maguana falleció el joven Adriano Berigüete Pérez, de 38 años de edad, luego de recibir diversas puñaladas en diferentes partes del cuerpo.
En tal situación fue llevado a la emergencia del hospital doctor Alejandro Cabral en donde fue atendido y dejado en calidad de interno. A las 4 de la mañana, más o menos dos horas después, falleció. Al amanecer, 7 de la mañana, el médico legista, doctor Jimmy Arias Paulino, emitió un certificado donde manifestaba que el joven Berigüete Pérez había muerto de un shock hemorrágico.
EL GRANERO DEL SUR, en su interés de informar lo más eficaz posible a sus lectores, investigó qué significa, en términos médicos y científicos, un “shock hemorrágico” encontrando que este se refiere a las muertes que se producen cuando el cuerpo humano no tiene suficiente sangre. La conclusión lógica no se hizo esperar: Adriano murió por falta de sangre. Estaba desangrado y por lo tanto le dio un shock hemorrágico y murió. O como escribió un médico en las redes sociales”porque las puñaladas les cortaron arterias y venas”.
Pero esa explicación no es suficiente. Este periódico, pensando en el más alto interés ciudadano, quiere saber si las heridas recibidas le provocaron la muerte por necesidad o si hubo algún tipo de negligencia médica. La cuestión es : si lo ingresan a las dos de la madrugada, por qué muere a las 4, dos horas después. ¿Lo estuvieron asistiendo todo ese tiempo? ¿Le practicaron algún tipo de cirugía? el asunto llama la atención, principalmente, porque hay varias fotografías en las que Adriano se ve sentado muy tranquilo en una cama mientras le curan las heridas. Como es obvio, ya tenía las venas y las arterias cortadas. Eso era lo que había que atender, con carácter de urgencia, para evitar que le diera un shock hemorrágico.
No queremos hacer daño. Jamás. Queremos saber la verdad. Hay personas que quieren que no digamos nada. Que guardemos silencio y que nos traguemos nuestras inquietudes. Enarbolando misterios profesionales y profundidades de la medicina y del cuerpo humano pretenden que dejemos las cosas así. Y desde aquí le respondemos : NO. El periodismo no actúa de ese modo. El periodismo trata de ir al fondo de los temas que son de su interés. Si el tema que nos ocupa ha levantado una serie de dudas e interrogantes lo más idóneo no es callarse y echarle tierra sino aclarar esas dudas e interrogantes para tranquilidad de todos. Con ello no creemos que estamos dañando “lo poco bueno que aun tenemos”; sino todo lo contrario: estamos tratando de mejorar cualquier cosa mala que haya entre nosotros.
Por lo tanto, pedimos una investigación sobre el presente caso y que luego se le rinda un informe a la opinión pública. Es una petición urgente que hacemos al director del hospital doctor Alejandro Cabral, doctor Angel Mateo, esperando que esta solicitud sea escuchada. La gente quiere saber qué fue lo que en verdad pasó. Y tiene derecho a saberlo.