El hecho de que a nueve meses de inaugurada la Plaza Comercial San Juan, todavía no esté en operaciones, es una muestra patética de la debilidad institucional de la sociedad civil sanjuanera que no ha sido capaz de gestionar su apertura.
Podría culparse al gobierno; pero la responsabilidad fundamental es del liderazgo sanjuanero, porque, como bien dice la expresión popular “el que tiene sed es quien busca el agua”.
El liderazgo social, empresarial y comercial de San Juan de la Maguana está por el suelo. Es débil, inoperante, invisible.
Hace rato que el gobierno debió tener varias propuestas, serias, creíbles, atendibles, para la apertura de ese centro comercial, y sin dudas ya se hubiese producido una salida al impasse y ese gran centro comercial estuviera operando.
¿Dónde, pues, está el liderazgo social y empresarial del Granero del Sur? Probablemente se encuentra dividido y disperso. Somos buenos para buscar las ventajas del interés individual; pero a la hora de la acción colectiva hay dificultades. He ahí uno de los factores básicos de nuestra debilidad.
¿Qué se espera para poner a operar la plaza? No hay ninguna respuesta oficial; aunque sí un mar de especulaciones. Y, por supuesto, algunas personas saben por qué ese centro comercial no ha sido entregado a sus dueños naturales, que son los comerciantes y empresarios de San Juan de la Maguana; pero no lo hacen de conocimiento público.
El juego luce trancado. El futuro espera por nosotros.Pero la clase empresarial sanjuanera es tan débil
que ni siquiera puede hablar.Y si lo ha hecho ha sido para un público reducido, lo que equivale a decir que se ha tragado las informaciones.Y si sabe lo que está en agenda para el futuro inmediato de esa plaza comercial, la tiene muy guardadita, solo para consumo personal. La debilidad de nuestro liderazgo es una verdadera desgracia!
Razones muy poderosas impiden que el centro comercial más importante de la región no esté operando.En ninguna de las ciudades del sur dominicano hay una plaza comercial tan grande como esa, ni tan moderna como esa. El Presidente Danilo Medina estaba muy entusiasmado con esa obra y la inauguró con evidente satisfacción; pero algo muy grave le ha impedido entregarla. El gobierno luce impotente para actuar. Parece no tener una solución a un grave problema. ¿Qué cosa tan terrible le ha impedido terminar su obra? Esa es la pregunta del millón.
