Por Cristian Hidalgo
Para El Granero del Sur
América Latina ha experimentado cambios histórico en su política durante los últimos 40 años, en la que al menos 10 mujeres se han juramentado como presidentas de sus respectivos países. La primera de ellas, Isabel Martínez de Perón; su vida estuvo estrechamente ligada a la de su marido, Juan Domingo Perón. Asumió el poder tras la muerte de su esposo en 1974. Fue derrocada por un golpe militar dos años después en 1976.
Lidia Gueiler Tejada, presidenta interina de Bolivia 1979-80; Janet Rosemberg Jagan, presidenta de Guyana entre 1997 y 1999; Violeta Chamarro, la primera mujer en llegar a la presidencia de Nicaragua en 1990-97; Rosalía Arteaga, presidenta provisional de Ecuador durante tres días De febrero de 1997; Mireya Elisa Moscoso Rodríguez, quien en 1999 ganó las elecciones presidenciales de Panamá, lo que la convirtió en la primera mujer presidenta en la historia del país.
Del mismo modo asciende Cristina Fernández de Kirchner, en Argentina desde 2007 y reelegida en 2011; Laura Chinchilla, Costa Rica, del 2010 al 2014; Dilma Rousseff en Brasil; y Michelle Bachelet, quien ganó en Chile en el 2006 y retornó al poder ahora por segunda ocasión.
En República Dominicana también se cuecen habas. Desde la fundación de la nación hasta nuestros días ninguna mujer se ha colocado la banda presidencial. Sin embargo, hay una figura que con un sepulcral silencio, pero con la mecha metida y rotándola como un taladro, con vertiginoso ascenso y de manera desapercibida se viene colando, convirtiéndose -como quien no quiere la cosa- en la mujer mas poderosa del país.
Lucía Medina Sánchez, de ocupar un cargo de 5ta. categoría en su pueblo natal en el primer gobierno del PLD, se convierte en diputada al congreso en el año 2002, posición que ha ganado 4 veces consecutivas sin hacer ruido; se coló como miembra del Comité Central de su partido PLD, sin hacer ruido; ocupa la vicepresidencia de la Cámara, sin hacerse frente; en el pasado congreso en que fue aumentada la matrícula del Comité Político, se coló en ella sin hacer ruido; del mismo modo se convierte en la diputada mas votada de todo el país, hasta que en este momento ocupa la presidencia de la Cámara de Diputados.
Algunos la ven como la “hermana del presidente”; sin embargo, quien así la ve la subestima. Esa señora no debe ser quitada de vista; calar de manera ilesa a las posiciones que ha logrado, sin siquiera un rasguño es una hazaña digna de admirar; una conquista de campeones. Es una mujer sin hiel para el trabajo, no alberga resentimientos, a nadie enfrenta, a nadie ofende; quien motivos no tiene para quererla menos tiene para adversarla.
Sin ruido, sin hacerse frente, desapercibidamente esa mecha de ese taladro va profundizando; se van a cuidar de los presidenciables tradicionales del entorno de Danilo, y en un abrir y cerrar de ojos el taladro habrá abierto una “tronera”. Esa mujer con su carita de niña que no rompe un plato, podría convertirse en el año 2020 en la primera presidenta de la República Dominicana.
El autor es Escritor, Ingeniero Civil de profesión y Constructor de oficio. Desarrollador de proyectos inmobiliarios, Asesor de Fideicomisos, Ley 189-11