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Creen liderazgo del PRM en San Juan es muy apático
Los diputados, pese ser personas conocidas, no han logrado calar en la comarca y aunque algunos han repetido no tienen el brillo social y político que suele caracteriza a los verdaderos lideres debido a su aislamiento social y a que nadie los ve como entes sociales a través de los cuales se pueda canalizar la solución de algún problema personal o social

En la actual administración del presidente Luis Abinader y el Partido Revolucionario Moderno (PRM) solo la gobernadora de la provincia Ana María Castillo ha logrado concitar un gran protagonismo dado su carisma, su ascendencia popular y su vocación de servicio. Con su apertura hacia la comunidad, sin distinciones partidaristas, ha demostrado tener un liderazgo genuino de largo alcance y prestigio social y político.
Los diputados, pese ser personas conocidas, no han logrado calar en la comarca y aunque algunos han repetido no tienen el brillo social y político que suele caracterizar a los verdaderos lideres debido a su aislamiento social y a que nadie los ve como entes sociales a través de los cuales se pueda canalizar la solución de algún problema personal o social. Por lo menos tienen esa fama. Aunque algunos de ellos han procurado hacer bien su trabajo en la Cámara de Diputados y eso no se puede ocultar.
De los altos funcionarios del gobierno ni hablar. A excepción de David Herrera, están en las nubes.
Ese fenómeno es la primera vez que ocurre en la provincia ya que desde los gobiernos de Balaguer surgían políticos ligados al gobierno que servían de puente a la comunidad. Tales serian los casos de la ex senadora Josefina Portes de Valenzuela y la doctora Lina Batista que asumían compromisos sociales y mostraban liderazgo social.
Lo mismo se puede afirmar del gobierno de don Antonio Guzmán, de factura perredista, en el cual tuvieron gran liderazgo Salvador Marra y Eduardo Dauhajre y por su intermedio canalizaban nombramientos hasta de políticos de oposición y se podían buscar para resolver problemas familiares y comunitarios.
El régimen de Salvador Jorge Blanco fue uno de los peores.

Pero al llegar al poder el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) fue cuando se notó mas la vocación de servicio de mucha gente, y aunque se podía hablar de populismo, la dirigencia peledeísta mostró un gran interés por la gente, así como por mantener el contacto con sus diferentes sectores organizados. Los mejores referentes de esa vocación de servicio quedaron representados en personas como el ingeniero Félix Bautista, Ramón de la Rosa y Mauro Piña, entre otras figuras de gran importancia socio-política.
Sin embargo, el liderazgo del PRM, con la excepción de la gobernadora Ana María castillo, es virtualmente apático con la comunidad y algunos de sus dirigentes que son políticos de pies a cabeza, como el doctos Osvaldo Canario y José Arias (El Ruso) no tiene ninguna cuota de poder a través del cual dejar una impronta en la comunidad. De Nidio Encarnacion ni hablar porque fue un verdadero fiasco que ni siquiera conocía la gente.
El caso de José Arias la situación es más notable porque ya Canario tuvo un alto cargo del cual renunció. El Ruso es un hombre de pueblo, que conoce la psicología popular y es un gran activo político. Sin embargo, se le nota silente, ausente.
Ya por ahí están diciendo que cuando termine la Era del PRM muchos de sus dirigentes pasarán la prueba de fuego y serán respetado. Esos que solo están borrachos de poder y no les importa mas nada serán enviados al zafacón de la historia.