Opinión
OLEADAS SOBRE LAS DULZURAS DEL HABITAT/ Américo Valenzuela Gerónimo
Por Américo Valenzuela Gerónimo
A propósito del mes de Octubre : Día de la Raza, Encuentro de Dos Mundos, Día de la Resistencia Indígena, Día de los Pueblos Originarios, etc.
Aproximadamente en el año 1990 un científico de las ciencias arqueológicas de origen venezolano y de apellido Croissant, que investigaba un yacimiento humano en las proximidades de la Costa del Océano Atlantico y la desembocadura de los ríos Unijica y Bajabonico de la Región Norte de Santo Domingo, me permitió ver, y luego me ofreció explicaciones y me mostró escombros y destrozos de materia fina trabajada con buen arte y bien cocido a fuego y manos expertas y con colores y tonalidades distintas de figuras geométricas y decorativas, que él personalmente había extraído del entorno de un horno con forma de domo hecho con ladrillos y argamasa, por él recién descubierto, construido y utilizado por los europeos para cocer vasijas de barro y porcelana que utilizaban luego los residentes de la Ciudadela.
La estructura yacía oculta por unos 490 años bajo una enorme capa vegetal, y se localiza contigua pero fuera del muro perimetral del área de la Ciudadela-de piedras y argamasa- La Isabela de Puerto Plata activa desde 1494 hasta 1500.
Sí, porque yo laboraba en una franja de terrenos agrícolas de bajo relieve entre esos ríos como Supervisor de la construcción del sistema de riego y drenaje de la Finca Belloso, La Algodonera, del Instituto Agrario, entonces coincidíamos en las cercanías de la playa donde los colonizadores habían construido ese primer emplazamiento que en el transcurrir de los años, el propósito de la misma, vino a resultar en conquista, colonización , imposición, y geopolítica, la sustitución y desaparición de los pobladores originarios de esta nuestra isla.
En pocos años fuimos observando el deterioro y la desaparición del Patrimonio Cultural regional por el incremento del Comercio de Ollas y Vasijas de barro fabricadas a manos por los antiguos pobladores, al Visitante Turista.
En las notas posteriores podremos ver y comprender a cuáles tribus y razas de esta isla caribeña terminó liquidando ese proceso de expansión europea hacia nuestro continente.
RD fue hogar de los primeros seres humanos que poblaron las islas del mar caribe.
El encabezado aparece en la Web-Listín, tratándose de revelaciones ofrecidas por vía de una entrevista a un Científico de la Arqueología y su Equipo de Investigación-apoyado por Guajaganey Institut- que se encuentran en Samaná con colaboración del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
Dicho equipo ya ha expuesto en el Congreso Internacional de Arqueología del Caribe celebrado en la Isla de Nieve, logros de gran valor histórico, resultados de análisis de Carbono 14 de los Laboratorios de la Universidad Norteamericana de Harvard, del ADN de restos de los primeros humanos que colonizaron las Islas del Mar Caribe: Cuba, Santo Domingo, Puerto Rico, etc., hace entre 5 mil 500 y 6 mil años.
Aquellas fueron familias con gran nivel cultural y social que Vivian en cabañas-no se especifica si eran construcciones de piedras- bien dimensionadas especialmente diseminadas en centro poblados bien organizados. No vivían en cavernas como se ha enseñado desde antaño, fueron conocedores de la actividad agrícola-y por lo tanto de los calendarios y de los ciclos de Luna, época de lluvias y de siembra, de los rituales de gratitud por las cosechas-, la pesca, la caza, gente de buen vestir que rendía ritual a la Madre Tierra y que veneraba respetuosamente a los muertos construyéndoles cementerios,.
Era gente constructora de largas canoas, y no viajeros de balsas ni aventureros del mar, ni náufragos, vinieron a nuestras islas de manera voluntaria y por conveniencia huyendo de las adversidades y la dureza del hábitat natural de Yucatán, Belice, Centroamérica, señalados además como forjadores de las tribus Maya.
El resultado de esta indagatoria conduce y remonta a los primeros pobladores de las Islas del Caribe a miles de años más atrás del conocido origen de etnias del Rio Orinoco de Venezuela, los arahuacos o igneris. Este resultado deben llevarlo a los Libros Escolares y Universitarios, no dejar las cosas como se narraron antes.
También ahora somos desplazados por una mano de obra mas resistente y de menos exigencias que los aborígenes tainos.