El gobernador de Puerto Rico, Pedro Pierluisi, confirmó este jueves que el primer ministro haitiano, Ariel Henry, sigue en la isla caribeña y que quiere regresar a su país, aunque se desconoce cuándo será posible ejecutar los planes de viaje.
“El deseo del primer mandatario de Haití es regresar a Haití y tengo que pensar que se están tomando las medidas necesarias para que pueda regresar de forma segura, pero este asunto está en manos del Gobierno federal”, precisó Pierluisi en declaraciones a la prensa.
Henry llegó a Puerto Rico el martes pasado, tras varios días en paradero desconocido, y continúa varado en la isla debido a la escalada de la violencia en su país y la falta de consenso sobre su futuro, pese a la mediación de la Comunidad del Caribe (Caricom).
La seguridad del primer ministro haitiano está a cargo de las agencias federales en la isla, principalmente el Buró Federal de Investigaciones (FBI), como volvió a recordar este jueves el gobernador al precisar que Henry está “bajo la protección del Gobierno federal”.
“Esto es un asunto que tiene que ver con las relaciones exteriores del Gobierno de Estados Unidos. Nosotros realmente lo que hacemos es cooperar, pero quien tiene la voz cantante en este asunto es el Gobierno de Estados Unidos”, insistió.
Al ser preguntado sobre cómo se enteró de la presencia de Henry en San Juan, Pierluisi indicó que fue por parte del secretario de Estado puertorriqueño, Omar Marrero, quien “tiene enlace” con el cuerpo consular y el Gobierno estadounidense.
Puerto Rico es un estado libre asociado a EE.UU., lo que implica un cierto grado de autonomía, pero fronteras, defensa y relaciones exteriores son responsabilidades que se reserva el Gobierno estadounidense.
Los rumores sobre la posible dimisión de Henry se sucedieron durante la jornada del miércoles, pero el presidente de turno de Caricom, el mandatario de Guyana, Irfaan Ali, anunció que el organismo caribeño no había logrado “ninguna forma de consenso” entre las partes enfrentadas en Haití.
A las presiones internacionales para que Henry renuncie, se suman las exigencias de las bandas armadas en Haití, que han advertido con “una guerra civil y un genocidio” si el primer ministro no se aparta del poder.
La reciente escalada de la violencia comenzó en Haití con Henry fuera del país, tras asistir en Guyana a la cumbre de Caricom y viajar a Kenia para abordar la misión multinacional de seguridad aprobada por la ONU y que liderará ese país africano.
Ante esta crisis, el Gobierno de Haití prorrogó este jueves el estado de emergencia por un mes en el departamento del Oeste, donde se encuentra la capital Puerto Príncipe, y prolongó el toque de queda otros cuatro días.