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Ladrones mataron los dos jóvenes para robarle, pero no se llevaron nada
La esposa de Joselo, Carolin Cuevas, gritaba desconsoladamente: "Se me llevaron la vida". Indicó que nunca había conocido a un hombre tan íntegro y solidario.
Un escenario de tristeza envuelve la residencia de José Manuel Gómez, cariñosamente conocido como Joselo, de 39 años, quien falleció trágicamente la noche de este jueves al recibir un disparo, presuntamente en un intento de atraco, mientras transitaba por el kilómetro 32 de la Autopista Duarte.
Joselo, quien llevaba cuatro años entregados al servicio de Dios, había salido con un compañero de su congregación para buscar un vehículo para una actividad en la iglesia. Su amigo también murió durante el hecho.
Su madre, Germanía Jiménez, manifestó el profundo dolor que le embarga tras la pérdida de su hijo. Para ella, Joselo era un hombre responsable, amable y siempre motivado a superarse día a día.
Se cuestionó por qué los antisociales optaron por quitarle la vida en lugar de llevarse sus pertenencias. Afirmó que los delincuentes no se llevaron nada.
“¿Por qué no se llevaron todo y me lo dejaron vivo? Ay, pero no se llevaron nada, no le quitaron nada”, expresó la mujer entre llantos y exigiendo a las autoridades investigar lo ocurrido.
Aseguró que su hijo no tenía enemigos y que siempre estaba sonriendo.
“Ay, mi niño, dejaste a tu madre destrozada”, decía Germanía, quien tiene la pierna izquierda enyesada, mientras explicaba entre llanto que su hijo solía llegar del trabajo para preguntarle cómo estaba y cuidar de ella.
José Manuel se dedicaba a trabajar como camionero en una empresa de cerámicas.
Con pocas palabras debido al impacto y en medio del dolor, la esposa de Joselo, Carolin Cuevas, gritaba desconsoladamente: “Se me llevaron la vida”. Indicó que nunca había conocido a un hombre tan íntegro y solidario.