Por Américo Valenzuela Gerónimo
Dedicado al físico Máximo Campusano, de la Ex URSS, Maestro en UNIBE e INTEC, a Radhamés González-El Vigilante-de afable e indulgente carácter, entusiasta de la ortodoxia, de sabiduría ilimitada.
Deseo comenzar con esta sentencia antiquísima: todo cuanto viene del Cielo, es bueno.
María Duarte deleita comentando un artículo de la Revista Nature, reproducido por el diario El Confidencial. Dice, entre otras muchas cosas más: Un Estudio de Nature afirma que el universo puede ser un gigantesco ordenador cuántico. Y luego: …Algo muy diferente a la teoría popular que afirma que la realidad es una simulación de un ordenador al estilo de Matrix, quizás creada por una civilización alienígena superior. Justamente el mismo diario publica y comenta los hallazgos del Equipo de Astrofísica y varios Laboratorios de las Universidades de Harvard, UC Berkeley, Bróker Corporación, Universidad de Tecnología de Popua Nueva Guinea, del Proyecto Galileo.
Ha regresado a la prensa mundial el científico de la Universidad Harvard, Avi Loeb, exponiendo resultados de análisis de Laboratorios de unas 57 esferulas, de un total de 700 que fueron rastreadas por equipos de alta tecnología en el fondo del Océano Pacifico, próximo a la Isla Manus, producto de un meteorito estrellado el 8 de enero del 2014.
El Jefe del Departamento de Astrofísica de la Harvard, Avi Loeb, ya fue referenciado en un artículo anteriormente publicado por ELGRANERODELSUR.COM, al exponer el origen interestelar de Oumuamua, extraño objeto definido como sonda de observación e investigación ideada por tecnologías e inteligencias intereslares, procedente de una estrella lejana que se inmiscuyó en el 2017 en nuestro sistema solar.
Los fragmentos del meteorito denominado IM1 de 1.0 metro de diámetro que fueron recuperados y estudiados abren la puerta a un posible origen tecnológico extraterrestre por su altísima concentración de uranio, este patrón de abundancia desconocida-en que el uranio es casi mil veces más abundante que el valor estándar del sistema solar-puede reflejar un origen tecnológico extraterrestre. Contiene además Berilio y Lentano, entre otros elementos sorprendentes que han salido de los Laboratorios (algunos fragmentos idénticos a cajas de bola de vehículos), es la estructura interior-con huellas de haber pasado por maquinarias de fabricación- de dichas esferitas, y que, dentro de estas, existen otras esferitas más. Han encontrado esferas dentro de esferas, y esto, obviamente, declara piezas y mecanismos de alta tecnología fabricados por seres de civilizaciones avanzadas.
Según lo publicado, la resistencia del material del meteorito IM1 es más dura que las 272 rocas espaciales (incluyendo de hierro) que ha documentado la NASA. No es un metal originario de este nuestro sistema solar. Y, sin embargo, pese a ello, al ingresar a la atmosfera terrestre el IM1 se incendió destellando tres ondas de fuego, y terminó fragmentado en partículas de dimensiones inferiores a 1.0 milímetro.
Las esferulas del meteorito IM1-CNOS-2014 hoy en día en manos del Proyecto Galileo son la primera evidencia física de la existencia de materia de origen interestelar en nuestro planeta.
En amplio concepto se puede afirmar que la certeza que busca encontrar y demostrar el Sr. Avi Loeb y su Equipo, es que existen otros habitantes en nuestro universo. Noticias que corren en momentos en que se le cae a Rusia la nave Luna 25 sobre ese satélite, y la India logra alunizar la Chandrayaan-3 y poner en marcha un rover. Cuando aparecen cientos de videos de supuestos avistamientos ovnis.
Esferula contentiva de pequeñitas esferulas-cajas de bola- Foto RT.
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