El Regidor / Cristian Hidalgo

A través de los años he visto las decepciones y frustraciones que sufren muchos amigos al aspirar a posiciones de elección popular para la que aún no han sido asimilados por los electores. Malgastan decenas de millones de pesos y el final suele ser el mismo: perdió las elecciones.

La carrera política de una persona, debe ser iniciada a partir de una regiduría; desde esta posición da a conocer su impronta y es el mismo elector quien entiende que ha madurado y convertido en receptáculo para su voto a una posición mayor. No importa cuántos recursos inviertan, no pasa.

El problema es que suelen sobreestimarse y se consideran demasiado importantes para optar por una simple regiduría. Si en vez de aventurarse a una posición de mayor relevancia, van a una regiduría segura, para el siguiente cuatrienio tendrán preparada su plataforma para ascender a la posición deseada.

Conozco personas que se han pasado toda una vida aspirando a una diputación o alcaldía; sin embargo, no son asimilados por los electores y nadie los toma en cuenta. Si ponemos los pies sobre la tierra, empezamos por una regiduría y en la siguiente opta por la diputación o la alcaldía.