Opinión
Tributos desde la casa de…/ Américo Valenzuela Géronimo.
La Historia del Rey Arturo de Inglaterra es el relato de una nación que lanza a sus mejores hijos a hacerse de una reliquia ajena: el Santo Grial contentivo del ADN de Jesús
Por Américo Valenzuela Géronimo.
A Huguito Piña, quien dedicó todas las fuerzas de su juventud a la causa del amor por el prójimo.
La Historia del Rey Arturo de Inglaterra es el relato de una nación que lanza a sus mejores hijos a hacerse de una reliquia ajena: el Santo Grial contentivo del ADN de Jesús.
A partir de ahí, el destino de cosas ligadas a Jesús, aparenta llevado por trozos: El Manto de Turín no pertenece a Italia, pero lo tienen y lo exhiben. Un trozo de la madera de la Cruz está en Jerusalén, y lo exhiben, varios clavos están en el monasterio de Milevsko, Bohemia, Republica Chekia, y lo exhiben. Todo disperso como piezas de rompecabezas, hurtado, y mercantilizado, podría pertenecer al Pueblo Palestino donde nació Jesús.
Ante esto, Por evitar la misma suerte depredadora y liquidadora, y el fin de los Fundamentos Nacionales, los hijos del Profeta Mahoma, y el Islam, familias gobernantes que no confían en sus propias fuerzas, acuden a las superpotencias para proteger la Casa de…, la Familia Real, la Casa de Meriño, la Casa de Gobierno, la Casa Rosada, la de Miraflores, la Casa de la Moneda, la del Coño, dirían en San Juan.
El Reino Hachemita del Rio Jordán es entre las naciones árabes, el más occidentalizado. La Lengua Inglesa vendría siendo la segunda. Por décadas ha gozado de paz y estabilidad.
Desde finales de la primera guerra mundial y hasta el Año de 1948, por mandato de la Liga de las Naciones que fue embrión de la ONU, Inglaterra la mantuvo bajo su dominio. Desde ese entonces, la Familia, y la Nacionalidad, Casa Abdalá, los Abdalá se imponen y sobreviven bajo el Padrinazgo de Reino Unido a condición no solo de las riquezas naturales sino como Colonia de Colonias.
Para comprender como permanece la Casa Abdalá, nos remitimos a su par, Arabia Saudí, la Casa Saud ó Familia Saud, Guardianes de los Lugares Santos del Islam, descendientes de Muhammad Bin Saud I, una Familia y una Nacionalidad cuya función ha sido la Guardia y Conservación de la sangre de los antiguos, Lugares, Escrituras, Tradiciones, Creencias, y Objetos. Debemos asociar a estos con los hijos de Abraham, la Meca, los hijos de Mahoma, chiitas y sunies. Estos recurren a pagar resguardos y seguridad.
Los Bin Abdulazzi, en el Año de 1973 ocurrió la guerra árabe-israelí del Yom Kipur, Egipto y Siria buscaban recuperar áreas del Monte Sinaí, los países occidentales apoyaron a Israel, y los árabes crearon un boicot petrolero contra esos países.
Al abrirse el abanico de negociaciones, el entonces presidente de Norteamerica, Richard Nixon, logró negociar con la Casa Bin Abdulazzi, el de mayor resonancia que se conozca: la protección y conservación de Los Abdalá, esa Nacionalidad, y ayuda militar permanente al Reino, a cambio de que toda la venta mundial de petróleo, sea realizada exclusivamente en dólares norteamericanos.
Y ahí desapareció el Dólar-Oro.
Europa lo estaba comprando con dólares norteamericanos, y Nixon se opuso a dejar sin oro la reserva federal, y creó el petrodólar. Los Abdulazzi renunciaron a la Soberanía Política, Territorial, Monetaria. Durante 50 años transcurridos, ese vampiro llamado petrodólar clavó sus colmillos sobre la yugular de los pueblos, y los ha desangrado.
Es el precio de un padrinazgo que todo el mundo ha pagado.
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