“Yo vengo en el día de hoy a decirle la verdad y al decirla espero tener la justicia que merezco y luego de tener la justicia alcanzar la paz que anhelo yo y anhelan los demás imputados”.
Así comenzó a defenderse ayer el senador Félix Bautista de las acusaciones por lavado de activo que le hiciera el Ministerio Público a él así como a Soraida Antonia Abreu Martínez, José Elías Hernández García, Bolívar Antonio Ventura Rodríguez, Carlo Manuel Ozoria Martínez, Gricel Aracelis Soler Pimentel y Bienvenido Apolinar Bretón Medina.
Bautista señaló que la acusación “es un texto fuera de contexto que se ha usado como un gran pretexto para formular una supuesta acusación que simboliza la más alta expresión de la calumnia, la arbitrariedad y el abuso de poder”.
Consideró que la acusación es una persecución ya que en el 95 por ciento de ella, en 365 veces, se menciona su nombre en 412 páginas, imputándole un tipo de delito.
En su defensa material asumida ante el juez de la instrucción especial de la Suprema Corte de Justicia, Alejandro Moscoso Segarra,
Bautista aseguró que el procurador General de la República, Francisco Domínguez, inició una
campaña mediática a través de los medios de comunicación tradicionales, así como por las redes sociales, con el deliberado propósito de condicionar a la opinión pública e intentar intimidar a la justicia dominicana “para que se plegaran a sus caprichos y pretensiones”.
El senador sostuvo que el caso Sun Land fue colocado en la acusación, pero maquillado con el término “los fondos de la Sun Land”, con Consorcio Hemisferio Imperial para que no se dijera que se trata de lo mismo.
Asimismo, el avión Gulfstream G-1159 matrícula N522HS, cuya matrícula anterior fue N16YY atribuida a él y a Carlos Ozoria.
Reiteró que la acusación constituye una doble persecución no solo contra él, sino contra todos los imputados ya que aunque físicamente no figuran en el auto 03093 dictado por Bonilla en el 2012, sus empresas sí y son las mismas presentadas por el órgano acusador.
Alegó que la doble persecución en cuanto a los hechos juzgados e investigados, es un principio universal que se aplica a cualquier ciudadano excepto a él.
“Cuando se trata de Félix Bautista no importa si se ha juzgado o no. Hay que imputarle otra cosa”, señaló durante su ponencia.
Explicó que de las 46 empresas atribuidas a él y a su supuesta red de lavado de activo como ha expresado el órgano acusador, solo cinco son de su propiedad (Inmobiliaria Rofi, S.R.L., Constructora Rofi, S.R.L., Constructora HADOM, SEYMEH y SEYMEH-Ingeniería) y tres de ellas fueron objeto de investigación en el archivo emitido por la Procuraduría General de la República.
Dijo que al igual que en la acusación archivada, el Procurador le atribuye las empresas de los co-imputados.
El senador peledeísta por San Juan que tienen 22 decisiones de la Suprema Corte relacionadas con la interposición de recursos, objeciones al archivo por parte de diversas entidades y en todas participó el MP con el único fin de que los jueces lo revocaran.
Origen de los fondos de empresas
Refirió que el origen de los fondos de la Inmobiliaria Rofi están en los contratos privados obtenidos del 2004 al 2012, por unos 505 millones de pesos.
Agregó que ochenta y nueve de ellos fueron por concepto de avance monetario para la construcción de los proyectos Villa Najayo, edificio Sedigraf y la construcción de la Torre Rofi I.
Señaló que realizaron préstamos bancarios y líneas de créditos por 133.77 millones de pesos en los Bancos Reservas, BHD y Popular y que producto a las obras ejecutadas en Haití del año 2010 al 2011, las empresas en Haití transfirieron a Inmobiliaria Rofi 9.8 millones de dólares, que traducidos a la tasa cambiaria del dólar en ese entonces representó 372 millones de pesos.
En ese mismo escenario, el juez Moscoso Segarra expresó a los imputados que cada uno de ellos responden a intereses y tienen sus razones, pero que la decisión que emitirá la dará apegado a la Constitución y a lo que le dicte su conciencia, pero no por presiones de ninguna de las partes.
