Por Américo Valenzuela G.-
Ese, pudo tratarse del dia en que quedaron totalmente vacías las estanterías de copas de la Cristalería Swarovski, y de las Perfumerías de las Industrias Cristian Dior, cuando en Abril de 1990 asumió el gobierno de Nicaragua la Señora Violeta Chamorro, primera fémina en ocupar ese cargo de Presidente de un país de latinoamerica, y tercera en el conjunto del continente americano, los victores y elogios que conquistó ante poderosos sectores económicos, políticos y militares del mundo por su hazaña como mujer, viuda, y madre, y sobretodo por desplazar al sandinismo, y prometer una etapa de reconciliación nacional necesaria, fueron tan sentidos que trascendieron los 7 años de su mandato, y conservados los atuendos en museos familiares y privados, por si se repetía otra oportunidad; sin embargo, llegó una inesperada, todo es según el color del cristal con que se mire, hoy en dia los mismos sectores que celebraron con exóticas botellas de champaña y de vinos carísimos y paradisiacos el triunfo de Doña Violeta como Jefe de Estado, ahora prefieren imitar como si se tratase de un ejemplo el acto obligado al que sometieron al filósofo griego Sócrates, el de llevar a la boca tiernas hojas de la planta de cicuta y masticarlas profusamente y hasta con cierto sentido de devoción, para morir envenenados de amarguras y de tristezas ante el triunfo presidencial de otra mujer, Doña Xiomara Castro en Honduras.
Se trata de un pueblo terriblemente machista, que de cierta manera se asemeja en pobreza a Haití, pero ricos ambos países en valor, dignidad humana, y dedicación al trabajo, y tal vez el más violento del mundo superando a El Salvador, donde no pudo encontrar eco la posición externada por un político ruso moderno, con aquello de que lo que demuestra la decadencia de occidente es la existencia de mujeres gobernantes, obviamente es el pensamiento de una persona nacida en una familia, en una sociedad, y en una nación patriarcal, podría tratarse de una referencia a un cambio inaceptable en la familia, una auto visión mirándose así mismo amo y señor de la cocina, llevando paños de delantal, mientras ella con escoltas, se dirige a su trabajo.
En esencia él denuncia a sectores que vienen insuflando alientos a todo ese movimiento feminista, de gais, lesbianismos, etc., todo ello tendente a complicar las naciones, las familias, a disminuir la población mundial, grupos que van ampliando su accionar y desplazado las cosas que él supone mejor. La composición del CC del PCUS de la Ex URSS fue patriarcal, y sin embargo ese Partido resolvió de manera definitiva los problemas de educación, salud, seguridad, trabajo, y todo cuando hoy dia vemos reclamar a los pueblos, incluso el reclamo feminista y el problema homosexual, bisexual, transexual, etc., indicando esto que el socialismo que conocimos le lleva más de cien años a esta sociedad en que ahora vivimos.
Mucho más atrasada es aún la sociedad patriarcal, ejemplos tal cual el movimiento talibán que dirige Afganistán, y la mayoría de los países árabes. Sin embargo, a pesar de esa situación reinante en Honduras, machismo no es patriarcado, muy a pesar de ello, los ciudadanos han preferido a Doña Xiomara Castro, esposa del derrocado presidente pro indigenista y pro izquierdista Don Manuel Zelaya. Con ella brota una luz enternecedora y cegadora a la vez, totalmente nueva en Centroamérica. Y quiera Dios, esa iluminación alcance los corazones de los brasileños y colombianos. Para que reine la paz y retorne la armonía.
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