La triste historia de Martha: morir cuando repartía invitación para su boda

TAMAYO, Bahoruco.-El domingo pasado, comenzando el mes de diciembre, una noticia trágica estremeció el pequeño campo de Rincón de Ají, perteneciente a este municipio, cuando llegó la infausta noticia de que la joven profesora Martha Medina había muerto tras sufrir un accidente de tránsito en al carretera Vicente Noble-Tamayo.
La noticias fue más dolorosa todavía porque no solo se trataba de la muertes a destiempo de un joven educadora de tan solo 25  años de edad, sino que la misma murió mientras repartía las invitaciones para su boda, la cual estaba programada celebrarse a fines de este mes diciembre.
Su passola, en la que con gran alegría se desplazaba invitando a sus amigos a sus nupcias, sufrió una avería, ´pero se encontró con un amigo que la estaba remolcando desde una motocicleta, cuando, como salida de la nada, se apareció una jepeta a toda velocidad estrellándose contra ella y el joven que la ayudaba.
Ambos fueron llevados al hospital Jaime Mota de Barahona, pero ella murió a los pocos minutos debido a los golpes contusos que recibió en al cabeza. Su amigo quedó interno.
TAMAYO
Es un pequeño municipio de la provincia Bahoruco. Muchos creen que pertenece a Barahona porque está incluido en la zona agrícola de esta provincia.

Martha era profesora, como su padre. En Tamayo hay muchos profesores.  Porque se trata de una comunidad con una población que sobrepasa los diez mil habitantes y el municipio funcionan unas dieciocho escuelas básicas, la mayoría con tanda extendida y dos liceos de educación secundaria. Su economía se ha dinamizado más en los últimos tiempos, debido a las remesas que envían cientos de los nativos que emigraron a Europa a finales de la década de los ochenta, especialmente a España.
Además siete clínicas rurales y un hospital municipal conforman la infraestructura física en salud con que cuenta el municipio de Tamayo. Como en otros municipios vecinos, los casos que requieren atención médica especializada son enviados al Hospital Regional Universitario Jaime Mota, ubicado en la ciudad de Barahona.
La joven profesora tenía todo un mundo hecho en su comunidad y solo espetaba con ansias el fin de mes para ir al altar y comenzar a hacer su familia. Sin embargo, la vida tenía otros planes para ella. Ayer fue sepultada en medio de una gran dolor en el cementerio de su comunidad.
Un conductor imprudente, y un destino cruel, se cruzaron y le segaron la vida. Su familia está destrozada por el dolor. Del novio no se ha sabido nada. Pero se estima que debe estar embargado por una gran tristeza.
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