Por Dionicio Hernández Leonardo
Hoy, 20 de marzo, es el Día Internacional de la Felicidad, establecido el 12 de julio de 2012 por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), mediante la resolución No. 66/281, con el objetivo de, cito: “Reconocer la relevancia de la felicidad y el bienestar como aspiraciones universales de los seres humanos y la importancia de su inclusión en las políticas de gobierno”.
Sobre el término “Felicidad”, el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, en su primera acepción, la define como, cito: “Estado de grata satisfacción espiritual y física”. Para Sigmund Freud, padre del psicoanálisis, en su ensayo titulado: “El malestar de la cultura” (1930), “la felicidad es meramente un problema de la economía libidinal de cada individuo. Ninguna regla vale para todos. Cada uno debe buscar por sí mismo la manera en la que pueda ser feliz. Su elección del camino a seguir será influida por los más diversos factores”. Sobre la medición de la felicidad, existen indicadores específicos que permiten establecer ranking de felicidad entre los países. En este sentido, los principales indicadores son los siguientes: 1) Ingresos económicos; 2) esperanza de vida saludable; 3) apoyo social; 4) libertad para tomar decisiones de vida; 5) percepción de corrupción; y 6) generosidad. Basado en estos indicadores, al cierre del 2018, según la ONU, los 10 países más felices del mundo son, cito: 1) Finlandia; 2) Noruega; 3) Dinamarca; 4) Islandia; 5) Suiza; 6) Países bajos; 7) Canadá; 8) Nueva Zelandia; 9) Suecia; y 10) Australia.
Termino esta nota con un pensamiento de Mahatma Gandhi, cito: “La felicidad se alcanza cuando, lo que uno piensa, lo que uno dice y lo que uno hace están en armonía”.
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