SAN JUAN DE LA MAGUANA.-La presencia de animales en la carretera es un mal que debe ser corregido por las autoridades competentes de los ayuntamientos de los diferentes distritos municipales de la zona oeste de la provincia San Juan. El tema viene a colación porque la muerte del joven Robert Wagner Ramírez se produjo porque este chocó con una vaca en horas de la madrugada del pasado lunes.
Hasta ahora se desconoce quien era el propietario de dicho animal.
Desde el kilómetro 5 de la carretera San Juan-Las Matas de Farfán hasta llegar a esta última comunidad las autoridades no tiene ningún control sobre animales, sobre todo reses. Por ello a orilla de dicha carretera aparecen algunas advertencias sobre el peligro de que algunos de estos animales podrían aparecer repentinamente en la vía pública. Pese a ello la mayoría de los conductores se desplazaban por dicha vía de comunicación terrestre a altas velocidades.
Hace tiempo un mal similar existía en la carretera San Juan-Azua y fueron muchos los accidentes de tránsito, con pérdidas de vidas humanas, que se originaron en dicha arteria. Sin embargo, se creó una fuerte ola de opinión pública, acompañada de iniciativas ciudadanas, reclamando solución a ese problema y las autoridades gubernamentales y municipales entraron en acción y virtualmente el mismo fue solucionado, con lo cual ha mermado considerablemente los accidentes de tránsito en dicha vía por el concepto de animales pernoctando en la mima.
Una forma que hizo entrar en razón a los dueños de reses y caballos realengos fue apresar dichos animales y luego disponer de una fuerte muta para devolvérselos a sus dueños. En otras ocasiones tales animales eran vendidos a terceros en su basta pública o donados a instituciones benéficas . En el caso del ganado vacuno hubo momentos en los cuales estos fueron sencillamente sacrificados y su carne regalada.
