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Atribuye a embriaguez caso de hija que mató a su padre
Lorena Martínez García, la madrastra que fue golpeada por su pareja, Antonio Gálvez, quien recibió una estocada mortal de su hija Nicole Gálvez, tras ser también golpeada. |
Con los ojos hinchados, moratones, heridas y evidencias de agresiones en diversas partes del cuerpo, incluyendo uno de sus ojos, también lleno de lágrimas por lo ocurrido, esta mujer narró al LISTÍN DIARIO lo sucedido poco después de ser liberada ayer, precisamente frente a su casa, donde ocurrió la tragedia, la madrugada del lunes. Dijo que primero la abofeteó en la discoteca y que continuó cuando llegaron al frente de su casa. En el velatorio, en la vivienda 14 de la calle Guarionex, del sector Quisqueya, de aquí, deja debajo de la carpa una verdadera tragedia, de la que el alcohol, por la ingesta de sus protagonistas esa noche, aparece como principal provocador de lo ocurrido. Nicole Gálvez, con 24 años, a quien se le conocerá medida de coerción hoy, ve sus sueños truncados al dar muerte a su padre Gálvez Mercedes, un pintor de 46 años que golpeaba a su madrastra.
El suceso ocurrió en medio de los celos que ofuscaron a Gálvez, quien paradójicamente era tenido como la “alegría del barrio” por los vecinos, pero que Lorena admite que lucía “furioso” esa noche, cuando regresaron de una discoteca.
Lorena, quien llevaba seis años viviendo con Gálvez, dijo que éste constantemente la agredía. Que no lo denunciaba por temor y que lo conoció precisamente por su hija Nicole, de quien era vecina en otro barrio (San Carlos); y que este le propuso mudarse a la casa actual, que a la vez era un negocio de ventas de enseres y ropas, cedido por su tío Santiago Guerrero.
Lorena y Antonio no tenían hijos en común. Ella tiene dos de un matrimonio anterior y él cinco de otro, incluido un hijo adoptivo, de los que uno guarda prisión por asuntos de drogas.