Luego de una intensa polémica entre abogados y el Ministerio Público (de la que no escapó la Policía Nacional de la región oeste San Juan) los dos ex fiscales acusados de soborno fueron enviados esta mañana a la cárcel de Najayo hombre en San Cristóbal.
Reconocidos abogados de esta localidad sostienen la tesis de que la medida de coerción dictando prisión preventiva contra los ex fiscales Sigfredo Alcántara y Daniel Aquino debía ser variada a prisión domiciliaria tomando en cuenta los aspectos de que ambos tenían suficiente arraigo para no escabullirse del proceso y de que si los enviaban a Najayo sus vidas corrían peligro.
Para avalar este último pedimento argumentaban que en dicha prisión se encuentran recluidos hombres que ellos en el pasado actuando como fiscales mandaron a esos presidios.
En principio tanto Alcántara como Aquino fueron metidos tras las rejas en la cárcel ubicada en el Departamento Regional Oeste de la Policía con asiento en esta ciudad. Sin embargo, tras algunas diligencias de varios abogados para que los sacaran de allí, el alto mando de la PN aquí dispuso que se les llevara hasta la sala de espera en lo que se hacían los trámites para su traslado a Najayo.
Contraorden
Los fiscales entonces fueron sacados de la cárcel de la policía, que tiene carácter preventivo, y llevados a dicha sala, pero a los pocos minuto se produjo una contraorden y los ex miembros del Ministerio Público fueron retornados a la cárcel.
Los abogados trataron de intervenir una vez más, pero un alto oficial de la policía les dijo que ya no podían hacer nada porque habían recibido una orden categórica de que ambos imputados debían estar tras las rejas.
Ministerio Público
Una fuente de irrefutable crédito vinculada al Ministerio Público local dijo que los fiscales imputados no corrían ningún riesgo en la cárcel de Najayo ya que esta es una prisión insertada dentro del nuevo modelo penitenciario y que tanto la vida de Sigfredo Alcántara como de Daniel Aquino no corren ningún tipo de peligro.
