Un halo de misterio comienza a cubrir el caso que envuelve el hecho donde el sacerdote Alvin Taveras Duran asesinó al adolescente de 16 años Fernelis Carrión Saviñón.
Aparentemente en el hecho participaron otras personas, si bien este detalle no ha sido tratado lo suficientemente a fondo por los medios de comunicación.
Esta creencia tiene su fundamento en el hecho de que para asesinar al adolescente citado se usaron al menos tres armas: dos cuchillos y un martillo.
Todos los investigadores se preguntan para qué una sola persona necesitaba tantas armas. Fernelis murió de al manos dos martillazos en la cabeza y diversas cuchilladas, lo que sugiere la intervención de más de una persona.
Además de eso las armas homicidas no aparecen, lo que quiere decir que alguna tercera persona se las llevó. Todas las evidencias del asesinato fueron encontrada en casa del cura: sábanas y toallas sucias de sangre, así como salpicaduras de sangre en diversos lugares de la residencia. Solo no aparecen las armas para matar al muchacho lo que lleva a pensar que alguien se las llevó.
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| Sepelio de Fernelis Carrión Saviñon |
Hasta ahora el sacerdote homicida ha guardado un silencio hermético lo que ha impedido el conocimiento de muchos detalles del hecho trágico.
Su silencio se agrava con los criterios emitidos por el psiquiatra Secundino Palacios en el sentido de que el religioso está profundamente traumatizado y que probablemente fue abusado sexualmente en su adolescencia.
Algunos se han adelantado diciendo que ahora se la hará aparecer como una especie de perturbado mental para salvarlo de la cárcel.
Sin embargo, sea como sea, es el autor confeso de un asesinato. Lo que falta por establecer es si otras personas también participaron en el homicidio para que sean llevados al banquillo de los acusados y se establezcan las responsabilidades penales correspondientes.
