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Encuentran cadáveres de dos ancianos apuñalados en Gazcue
Una de las víctimas fue identificada como Carlos Carrera, mientras que su esposa hasta el momento no ha sido revelado. De acuerdo a vecinos del lugar, el hecho habría ocurrido la noche de ayer lunes.
Los cuerpos sin vida fueron encontrados supuestamente a causa del hedor y a que un familiar de las víctimas les echó de menos y los vecinos se extrañaron de no verlos salir a pasear al perro en la mañana.
Uno de los cadáveres apareció en el baño y otro en la sala de su vivienda, ubicada en el Residencial Escorial, en la calle Rosa Duarte casi esquina Bolivar.
El médico legista que levantó los cadáveres indicó que ambos recibieron múltiples estocadas con arma blanca en varias partes del cuerpo.
Uno de los parientes que acudió al lugar, expresó que se trató de un horrendo crímen, ya que había mucha sangre en el lugar. Se informó que uno de los cuerpos se encontraba en el baño y el otro en la sala.
Los investigadores policiales dijeron que no se observó que las puertas de la vivienda fueran forzadas ni otras áreas de acceso violadas.
Al momento del hecho, el vehículo propiedad de la pareja no estaba en el parqueo como de costumbre, pero fue hallado varias horas después por miembros del Departamento de Investigaciones Criminales de la Policía (Dicrim), aunque no informó el lugar para no entorpecer las investigaciones.
Además, tampoco encontraban el perro que los extranjeros acostumbraban a pasear, pero luego apareció en los alrededores del residencial.
Se informó que la pareja tiene varios hijos, uno de ellos miembro de la Fuerza Aérea Dominicana.
El suceso se produjo en el residencial que está ubicado a pocos metros de un destacamento de la Policía.
El general de brigada Ney Aldrin Bautista Almonte, director de la Dirección de Investigaciones Criminales se presentó al lugar lo mismo que unidades del Instituto Nacional de Patología Forense.
Hasta el momento se desconocen las motivaciones que pudieron haber rodeado el crimen. Pero, Bautista Almonte dijo que no hay signos de violencia en las puertas y ventanas de la residencia.