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¿Está siendo su niña o niño abusado? He aquí algunos indicadores…
No obstante, Fernández sostiene que es importante que los padres sepan que algunos niños pueden estar viviendo un abuso sexual y permanecer asintomáticos, es decir, no mostrar signo alguno de trauma.
El motivo puede ser desde la propia vivencia del niño que, según su edad y la ejecución del abuso, puede no percibirlo como una agresión, sino como un juego. Por eso, es fundamental hacer seguimiento a los niños presenten o no síntomas.
Fernández recuerda que este tipo de abuso por lo general es cometido por personas cercanas a los pequeños como: profesores, vecinos, tíos y a veces padres y hermanos. “Se trata de personas en quien los niños ven una imagen de autoridad”, asegura.
El especialista dice que los pequeños que han sido abusados, en la edad adulta pueden presentar problemas sexuales, por ejemplo, las mujeres trastorno con el orgasmo y muchos hombres, con su inclinación sexual.
Según comenta la psicóloga Leonela Domínguez, cuando ves a un niño alejarse de sus seres queridos, que deja de participar en actividades de la escuela, experimenta depresión e insomnio, entre otros síntomas, que también son indicios de que algo está pasando”.
Domínguez comenta que los abusos tienen efectos diferentes en niños y niñas, donde el varón es más propenso a quedarse callado. “Cuando un padre percibe una conducta inusual en su hijo, primero debe transmitirle seguridad y confianza para hablar con él. Hacerle preguntas claras, pero sin cuestionarlo mucho”, resalta.
En caso de que el infante confiese, o que el padre sospeche de que a su hijo le esté pasando una situación como esta, no debe llorar frente a él, porque es un niño que está vulnerable, que quizás se siente culpable por lo que está pasando, avergonzado, y con temor de que le pase algo a él y a su familia.
Si el niño siente cierto temor hacia sus padres, no tendrá el valor para hablar, es una de las razones por las que la psicóloga recomienda que los padres fortalezcan un lazo afectivo y de confianza con sus hijos. Por todo ello, Domínguez sugiere que la atención que requiere un niño víctima de abuso sexual debe ser coordinada entre los distintos profesionales, como psicólogos para que reciban un seguimiento a largo y corto plazo, así como un médico general que lo chequee para ver los daños físicos, y de esta forma poner la denuncia. La familia también debe someterse a terapia psicológica
Jacobo Fernández
Psiquiatra
Leonela Domínguez
Psicóloga